Este ha sido un año especial para la Agrupación Alhajas del Ecuador Danzas Folklóricas. El pasado 30 de marzo comenzaron la celebración de su quinto aniversario.
Para conocer esta linda historia Revista Sur conversó con Angélica Romero, migrante ecuatoriana y una de sus fundadoras. Ahondar en cómo nace Alhajas del Ecuador nos remonta al año 2008. Angélica participó del grupo ECOPECHI (Ecuador, Colombia, Perú y Chile), junto a quienes organizaron la primera Feria Intercultural por la No Discriminación en la Plaza Yungay. Para la feria “tuvimos que buscar grupos folklóricos y artistas de cada país, cuando tuve que buscar a artistas de mi país descubrí que no había nada. Ahí nació la idea”, recuerda Angélica.
“Busque a ecuatorianos y busque gente relacionada con cultura, hasta que apareció Gina Domínguez, quien me formó, me presentó a su familia y con otras personas más tratamos de inventar qué hacer, pese a no tener recursos”, añade.
Así comenzó la investigación sobre el folklor ecuatoriano, empezó la búsqueda de la música, sin embargo al poco andar descubrieron que a pesar de ser ecuatorianos conocían muy poco de su cultura. Según la fundadora de Alhajas fue “gracias al internet que pudimos informarnos y aprender”.
“Comenzamos a ensayar, armar una coreografía, a pesar de que nadie conocía de técnicas de danzas, solamente lo que aprendimos en el colegio (…) así creamos una coreografía que presentaríamos en un evento para ecuatorianos, pero no resultó y los dos varones que participaban se desmotivaron y quedamos nosotras dos solas”, rememora.
Pese a este primer tropiezo, Angélica y Gina no desfallecieron. La idea que había nacido tímidamente cobró fuerzas con la llegada del hermano y cuñado de Gina, quienes se entusiasmaron con la idea. Así, “un 30 de marzo nos comprometimos como agrupación folklórica, comenzamos a ensayar y decidimos hacer lo que estuviera en nuestras manos para presentarnos una o dos veces al año”, relata Angélica. A pesar de no tener recursos, Alhajas no claudicó, buscando formas de autofinanciamiento, aprendiendo a coser y hacer trajes.
A través de la amistad entablada durante su participación en ECOPECHI, Angélica recibió la orientación y ayuda de Jorge Montenegro (Fundador de Intiquilla) y Fabio Ramírez (colombiano), quienes orientaron a Alhajas ayudando en su consolidación.
Angélica recuerda que “para el 25 de julio de 2008, Jorge nos invita a presentarnos en una actividad con la comunidad peruana, lo que se transformó en la primera presentación ante el público de Alhajas del Ecuador. En esa misma nos invitaron a otra fiesta y así sucesivamente sin parar”.
A medida que se consolidaba el proyecto, la agrupación decidió acercarse al Consulado de Ecuador en busca de apoyo. “No queríamos dinero, sino conocimiento, pero la persona a cargo sin mucha visión me señaló que no tenía como apoyarnos, que si no había grupos folklóricos ecuatorianos era porque la gente no quería y que perdía mi tiempo”, cuenta Angélica.
“Pero como soy terca, continuamos”, agrega. “En el barrio Yungay, conocí a los defensores del barrio quienes nos invitaron a la Fiesta del Roto Chileno. Ahí un periodista nos vió y nos invitó a participar del programa Frutos del País (…) tras nuestra aparición en televisión nos dimos a conocer masivamente y nos comenzaron a llamar para muchas presentaciones”, señala.
¿Quiénes son las Alhajas del Ecuador?
Hasta ahora el relato de Angélica Romero nos ha llevado a los primeros años de Alhajas del Ecuador, sin explicar el origen del nombre.
Ella recuerda que fue su hermana quien la ayudó a buscar el nombre. “Estábamos buscando algo relacionado con Ecuador, pero sin buenos resultados. Mi hermana me dijo que por qué no usábamos una palabra que en nuestro país significara caer bien, ser sociable, amable… Alhajita”, indica.
Alhajas no sólo fue un nombre, si no que parte de una identidad. La agrupación prohíbe tratarse por el título o a hacer diferencias entre la Sierra o la Costa. No interesa si se sabe o no de baile, simplemente para pertenecer a la agrupación se requiere ser ecuatoriano, tener tiempo y ganas de hacerlo.
Angélica es enfática en señalar que “nosotros bailamos por amor a la patria, no somos ballet, no tenemos técnica, bailamos con el corazón y la emoción”.
En estos cinco años han dejado mucho en la Agrupación folklórica. Han pasado 32 personas por el grupo, han realizado más de 122 presentaciones y en cada una de ellas alguien se interesa por participar. Su fundadora destaca que “un buen número de nuestros integrantes han sido estudiantes o profesionales de paso por Chile, que valoran mucho más este tipo de actividades. Los ecuatorianos se han acercado porque hay gente que habla igual y se ríe de las mismas cosas. Puedo decir que sin pensarlo hemos logrado algo inesperado”.
Hoy son reconocidos, no sólo por las agrupaciones migrantes, por el consulado o los residentes ecuatorianos, si no que por buena parte del circuito folklórico capitalino. “Es grato escuchar que cuando llegamos a una presentación con el grupo nos digan ahí vienen las Alhajitas…”, concluye Angélica.
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