El sábado por la tarde el color y la alegría inundaron el barrio universitario, pues, en la esquina de Av. España con Toesca, en el Centro Cultural Casa Viva, se llevó a cabo el primer Festival de Artistas Migrantes en Chile.
El Piño Arte Errorista estuvo tras la iniciativa que se desarrolló en un ambiente familiar, donde más de 300 personas pudieron disfrutar de las diversas muestras de Danza, Música, Cine, Circo, Fotografía y Teatro.
“El concepto detrás del festival es la unidad de los pueblos y mostrar que las fronteras son una estupidez humana”, señala William Shakespeare, artista, músico de Anarkía Tropical, miembro del Piño Arte Errorista y uno de los organizadores del evento.
En este sentido Shakespeare agrega que “las fronteras son parte de un negocio estatal. El negocio de las visas, de los papeles, de poner trabas para viajar y trabajar. Yo estuve viajando y trabajando en Argentina y otros países de Sudamérica, muchas veces como ilegal, porque no me alcanzaba para los pasajes”.
Para el artista “la migración no es un problema, como se dice en todas partes, es una bendición ya que nutren las distintas sociedades y culturas”.
Por esto el Festival entregó un espacio de conocimiento y convivencia, donde la convocatoria fue abierta y los tiempos se acomodaron para que participaran tantos espectáculos como fuera posible. El escenario se puso a ras de suelo, lo que brindaba cercanía y horizontalidad entre artistas y asistentes.
William espera que la iniciativa siga creciendo, crezca se repita pronto y sirva para que surjan más espacios como este, donde las culturas se abracen y ayuden a derribar las fronteras mentales y físicas.
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