El 18 de diciembre, día internacional de las personas migrantes, se da en un contexto de amplia discusión sobre cambios legislativos y el anuncio sobre una posible regularización migratoria. En torno a esta fecha, la Corporación Colectivo Sin Fronteras realiza cada año la Semana de las Culturas por una migración digna. El pasado sábado 14 de diciembre culminó con la Fiesta de las Culturas, donde el hito principal fue un Diálogo con diferentes organizaciones y personas migrantes y chilenas, cuyo mensaje común fue la demanda por una regularización migratoria para todas las personas que lo necesiten y por acciones contra la discriminación.
La Semana de las Culturas por una migración digna se inició el lunes 9 de diciembre y reunió a una veintena de organizaciones migrantes y promigrantes en una quincena de actividades en temas de migración, refugio, trata de personas, entre otros.
El sábado 14 de diciembre se cerró esta semana con la Fiesta de las Culturas por una migración digna, con la asistencia de cerca de 200 personas quienes compartieron en una tarde intercultural, con espectáculos familiares, talleres para niñeces y adolescencias y una degustación de comidas y postres de diferentes países. La actividad culminó con el Diálogo por una migración digna donde representantes de organizaciones y asistentes migrantes y chilenas plantearon sus opiniones respecto al tratamiento de las migraciones y la política migratoria.
En la apertura del diálogo, las y los adolescentes del Colectivo Sin Fronteras manifestaron sus preocupaciones respecto a la inseguridad y el miedo creciente que sienten por la violencia. “No queremos escuchar más balazos en las noches” indicaron. Denunciaron el frecuente racismo en el entorno escolar, “a menudo escuchamos a la gente discriminándonos verbalmente, diciéndonos que regresemos a nuestro país o burlándose por nuestro tono de piel. Esto nos duele, nos asusta, nos humilla o nos genera rabia. Queremos que hagan algo para mejorar la convivencia en nuestros colegios y en nuestra comunidad” señalaron.
Sobre las restricciones hacia las personas migrantes y los riesgos al momento de migrar, creen que “cerrar las fronteras es un tipo de xenofobia”. Para ellas y ellos, hay cambios que se proponen a la ley migratoria que son injustos, “porque nos quitan derechos, ponen barreras a los niños, niñas y adolescentes migrantes para ejercer sus derechos como, por ejemplo, la educación o la salud”. No quieren que sus discursos queden en el olvido, “queremos que nos recuerden como niños, niñas y adolescentes que peleamos por tener una vida digna…”.
La representante de la organización Comunidad Haitiana en Chile destacó el racismo estructural y los prejuicios que enfrentan en Chile por su identidad afrodescendiente, a través de tratos despectivos en servicios públicos, estereotipos negativos que dificultan su inclusión y la criminalización a la que son expuestas, más que a migrantes de otras nacionalidades. Las principales barreras que enfrentan son el idioma, la discriminación y el racismo sistémico, que acentúa sus precarias condiciones laborales, la violencia hacia las mujeres, la irregularidad migratoria, el poco acceso a salud en general y salud mental en particular. «Se aprovechan de nosotros como migrantes, hacemos el trabajo que deberían realizar dos o tres personas» denunció. Las personas haitianas, indicó, demandan ser tratadas como ciudadanas con derechos y necesidades únicas y que se trabaje en políticas públicas y en la sensibilización para reducir los prejuicios.
Desde el Colectivo Habla Mujer, que trabaja con mujeres migrantes, se destacó la débil red de protección para hijos e hijas de mujeres trabajadoras, que les expone a espacios inseguros y precarios de cuidados. Planteó las dificultades para el acceso a la salud, especialmente de quienes tienen un Rut provisorio; el maltrato que reciben en los servicios de salud, educación y otros de carácter público, en muchos casos expresamente por su condición migratoria; y la discriminación, el racismo y la xenofobia que afecta a las mujeres migrantes.
El representante del Comité de Refugiados en Chile manifestó su preocupación por el proyecto de ley que modifica la Ley migratoria porque representa un retroceso en lugar de un avance. “Fue aprobada por 140 diputados, quienes deberían velar por nuestros derechos” manifestó. Llamó a la empatía hacia todas las personas migrantes, ya que, aunque la ley no afecta a todas por igual “debemos apoyarnos mutuamente porque todos somos migrantes de alguna manera” culminó.
Desde la Red de Periodistas Migrantes se advirtió sobre los discursos de odio que se replican por los medios masivos de comunicación, etiquetando a todas las personas como delincuentes, “sin considerar el aporte que traemos y la interculturalidad como riqueza, ya que representa otra forma de vida que enriquece a las sociedades”. Contó que desde su organización buscan cambiar las narrativas y “contar historias de resistencia y promover el cambio desde nuestras propias voces”.
Desde el Colectivo Sin Fronteras se subrayó la urgencia de la regularización migratoria para las personas adultas y también para los niños y las niñas que no cuentan con documentos de identidad, además de la necesidad de que las leyes y las políticas del Estado respondan a las normativas internacionales y nacionales de derechos humanos que rigen en Chile, especialmente que se garantice la no discriminación para todos y todas y la protección de niños y niñas migrantes.
Algunas de las frases que dejaron eco en esta fecha conmemorativa para las personas migrantes fueron: “No a la discriminación de la niñez y adolescencia en movilidad humana”, “Los derechos no tienen pasaporte”, “La irregularidad, el racismo y xenofobia, la promueve la ley de migración 21.325”, «Soy migrante, mi familia es migrante. Si tienen hijos en Chile y se van, serán migrantes en otros lugares. Por eso, decido luchar y apoyar a quienes recién llegan», “Aunque somos de diferentes países, compartimos los mismos derechos”, “El color de la piel no debe ser una característica que justifique violencia” y “Exigimos acceso a la salud y un trato digno en todos los servicios”.
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