El trato de la Trata en medio de los medios

Algunas consideraciones éticas para el tratamiento periodístico de la Trata de personas

El abordaje comunicacional de la trata de personas se da mayormente en el imaginario del delito, y se exhibe como resultante de un triunfal operativo de seguridad, muchas veces como espectáculo y siempre listos para el exhibir morbo y dar golpes bajos, peleando la primicia. ¿o no?

Desde la RATT[1] planteamos que “la trata (de personas) no es invisible, sino que la invisibilizan” y, aunque parezca contradictorio, muchos abordajes periodísticos contribuyen a esto. ¿Cómo? Al cubrir noticias sobre la explotación laboral o las desapariciones de niñas, niños y mujeres con fines de explotación sexual, como un hecho “espectacular” “extraordinario”, con testimonios de vecinos “sorprendidos”, con fuerzas de seguridad salvadoras, pero sin cuidar de las personas sobrevivientes ni importar el proceso legal que se lleva a cabo. Esto, es un modo de invisibilizar la trata.

A pesar que existe un Informe Global sobre Trata de Personas (Global Report on Trafficking in Persons) que periódicamente publica Naciones Unidas (ONU), lo cierto es que, en realidad, las estadísticas son fotos parciales de la punta del iceberg. Sin datos duros, con corrupciones por acción u omisión, sin una voluntad política clara para abordar su complejidad y sólo con espectáculos grotescos cada tanto de uniformados haciendo un allanamiento, lo cierto es que la perspectiva desde los derechos humanos que se vulneran con la trata de personas es tapada por la lógica punitivista de pensarla sólo como un “delito”. De poco sirve tener una oficina sin financiamiento y programas que se anuncian, pero no se implementan.

Con el empobrecimiento general de la población, el tráfico y la trata están en crecimiento, en particular tras la pandemia de COVID-19, y con el avance exponencial de un “desarrollo” centrado en proyectos extractivos como minería, extracción no convencional de petróleo y gas, agronegocio de los monocultivos y forestales, etc. que no crean empleo real y desplazan poblaciones de sus territorios históricos hacia los bolsones de pobreza de las grandes ciudades.

¿Cómo abordar la complejidad social que atraviesa la existencia de un delito tan imbricado con el silencio y la corrupción, en sociedades estructuralmente violentadas por la desigualdad y el saqueo colonial que sus gobiernos, sean del signo y la posición política que sean, permiten en América Latina? ¿Cómo poner la comunicación al servicio de develar la trama de poder que lo sostiene?

Sin más pretensión que brindar algunos elementos para escuchar y leer más críticamente estas noticias, u ofrecer algunas consideraciones éticas para quienes ejercen la comunicación o el activismo social, compartiré algunos puntos a tener en cuenta:

  1. El tráfico y la trata de personas son parte de un problema social complejo.  Es necesario evitar abordarlo con sensacionalismo, exhibiendo detalles del sometimiento sin cuidar a quienes sobreviven y logran denunciar. La trata, es uno de las señales más concluyentes de la violencia estructural, donde el ejercicio de poder, el abuso y la corrupción trascienden un solo hecho, porque implica un circuito amplio de organización, actores y complicidades. Por lo mismo, la decisión editorial sobre el uso de imágenes y sonidos que se usen, deben evitar el riesgo, el miedo, el espectáculo o el morbo.
  • Distinguir entre delitos y utilizar lenguaje preciso

La explotación laboral, sexual, la mendicidad y la reducción a la servidumbre NO son “trabajos”. Comprender los factores personales y socioeconómicos que pueden propiciar la trata, requiere confrontar estereotipos y prejuicios, así como tener en cuenta que algunas palabras y enunciados pueden tener el efecto de ocultar el delito. Por ejemplo, al hablar de “trabajo infantil” o “trabajadores/ as golondrinas”, “mano de obra barata” o peor aún, “colaboradores/as” cuando debería explicitarse la explotación y trata laboral. De igual manera al hablar de víctimas de trata con fines de explotación sexual debe estar claro por qué no son “trabajadoras de la noche”, “mujeres de la noche”, ni “prostitutas”. Peor aun cuando se habla de “trata de blancas”. Es preciso estudiar el tema antes de abordarlo.

  • Dar contexto al hecho emergente develando cómo opera todo el circuito de tráfico y trata

Es necesario considerar que la cobertura periodística integral no comienza ni termina con la exposición del delito o un allanamiento a un sitio de explotación laboral o sexual. Requiere tener presentes los mecanismos previos de supuestas “oportunidades” o captación de las víctimas. Por lo mismo es importante difundir siempre junto al hecho noticioso, información para la prevención, y traer de manera comparativa hechos similares conocidos que expongan lo estructural del problema y su continuidad.

  • Priorizar siempre la protección de los derechos de personas sobrevivientes, con especial atención a menores de edad, guardando su rostro y su identidad. Si existe un proceso judicial en curso, evitar, por ganar una primicia, dar información que entorpezca la investigación.

El objetivo debe enfocarse en sensibilizar con información y sin opiniones, evitando el lenguaje criminalizador, y la revictimización. Se ha escuchado en los medios el“le pasó por vaga”, “se lo buscó”, “quería dinero fácil”, “era una persona con problemas de adicciones” que solo refuerzan patrones machistas, y clasistas. Evitar las adjetivaciones que justifiquen el delito referidos a estereotipos físicos o vestimenta: “es muy atractiva”, “iba vestida provocativamente”. El abuso existe porque hay abusadores. Para ello es oportuno incluir en los abordajes la perspectiva de violencia por motivos de género, raza y clase. En todos los casos, son personas vulneradas en su derecho a una vida libre de violencias, a tener pleno acceso al trabajo digno, la salud, la alimentación, un territorio y a elegir dónde vivir, educación que deben garantizar los estados. Un estado ausente en estas garantías es, de cierto modo responsable de perpetuar las bases materiales para que la explotación siga existiendo.

  • Priorizar el abordaje de la noticia desde la perspectiva de los derechos humanos.

Muchas veces, el complejo tema de la trata de personas se enfoca solo desde la perspectiva del delito y la lógica punitivista, soslayando las situaciones sociales que lo propician. Sirve para esto preguntarse: ¿qué derechos se están vulnerando? ¿Quiénes los vulnera? ¿Qué condiciones permiten que se vulneren? ¿Cómo están presente el Estado, y cómo participan sus agentes? Considerar, por ejemplo, que en los territorios donde avanzan las actividades extractivas generan condiciones que desplazan poblaciones locales, con bajas tasas de empleo, descomposición del tejido social por desplazamientos forzados, y la posibilidad que lleguen junto con el dinero nuevos actores enlazados al crimen organizado. La trata de personas no se da sin un contexto que lo permita, porque con un tejido social vigoroso hay mejores defensas y organización frente a los abusos y nuevos actores delictivos.

  • Incorporar el tema en la agenda informativa de manera permanente

Las noticias sobre la trata de personas no solo deben estar vinculadas a emergencias o denuncias. Se pueden proponer desde la planificación editorial noticias que cubran las actividades de organizaciones de sobrevivientes, de familiares que buscan a sus desaparecidas/os, a especialistas en el tema, funcionarios/as que trabajen con programas de prevención o líneas de asistencia, de tal modo de contribuir a la divulgación y sensibilización del público para poder, de ser necesarios, acceder a los canales de denuncia. En esa sensibilización, si, es preciso evitar la reproducción de imágenes de personas en situación de sometimiento, encadenadas, arrinconada etc.  En su lugar se pueden utilizar imágenes más conceptuales, colectivas, de grupalidades, manifestaciones, carteles, en situación de reivindicación de derechos y luchas.

Para terminar, los recursos periodísticos se despliegan en sus múltiples géneros, y no sólo son las noticias, sino también en crónicas, entrevistas, ensayos, reportajes y sus múltiples formas audiovisuales y, aun, artísticas, pueden cumplir el propósito de una comunicación que sea capaz de sensibilizar y nutrir una mirada más crítica sobre la violencia estructural que vivimos, y de la cual la trata de personas es su manifestación más extrema junto con los femicidios. A manera de ejemplo, dejo la invitación para escuchar un documental sonoro producido en Argentina por la productora América Profunda y Radio Tierra Campesina de Mendoza  https://open.spotify.com/show/5RiVLsxttwU7W1rl5OSU8l

Desde el cine, dejo otro ejemplo que esperamos pronto se pueda ver en plataformas, es “Nuestra venganza es ser felices”, de la directora Malena Villarino que presenta un ensayo documental sobre la reconocida escritora y activista feminista Sonia Sánchez, sobreviviente de trata. Aquí una nota sobre este trabajo https://www.tiempoar.com.ar/espectaculos/nuestra-venganza-es-ser-felices-un-retrato-conmovedor-e-inusual-de-sonia-sanchez-para-hablar-de-la-trata/ 

Se pueden pensar entrevistas testimoniales de luchadoras/es como este diálogo con la licenciada Viviana Caminos, presidenta de Red Alto al Tráfico y la Trata – Argentina – en esta serie de podcast Terminando con la trata disponible en

Este artículo, se nutre de lo compartido en el taller Trata de personas: desafíos y herramientas para la cobertura, realizado por la Defensoría del público https://defensadelpublico.gob.ar, por el trabajo permanente de la Red de PAR de Periodistas Argentinas por una comunicación no sexista, así como  el valiente testimonio de quienes habiendo sobrevivido a este infierno, se organizan y luchan para que la trata de personas deje de ser invisible y sea un tema todas y todos.[2]


[1] Red Alto al Tráfico y a la Trata   IG @ratt.chile

[2] Materiales para ampliar el tema

ABIUSO M., LOPÉZ J. Caja de herramientas para un periodismo con perspectiva de derechos. Género, diversidades y derechos humanos. UNICEF; UNFPA, PNUD; ONU Mujeres; Red de Editoras de Género. Buenos Aires, marzo de 2024.Disponible en https://lac.unfpa.org/sites/default/files/pub-pdf/guia_caja_de_herramientas_para_un_periodismo_con_perspectiva_de_genero.pdf

OIM. Organización Internacional para las Migraciones (2020) Guía para el abordaje de la trata de personas: para comunicadores y periodistas. Ecuador. Disponible en https://ecuador.iom.int/sites/g/files/tmzbdl776/files/documents/Gui%CC%81a%20Periodi%CC%81stica%202020%20-%20OIM_0.pdf

FERNÁNDEZ CALVO, Lourdes. (2021) Guía Para Elaborar Investigaciones Periodísticas Sobre Trata De Personas Y Explotación Sexual. Lima. Perú ONU disponible en https://cies.org.pe/wp-content/uploads/2021/10/guia_para_elaborar_investigaciones_periodisticas_sobre_trata_de_personas.pdf

Defensoría del Público (2022) La Trata en las noticias, Por una comunicación con enfoque de derechos. Argentina. Disponible en https://defensadelpublico.gob.ar/la-trata-en-las-noticias-por-una-comunicacion-con-enfoque-de-derechos-en-america-latina/

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