La historia que quiero contarles comienza a escribirse un 26 de febrero del 2022 donde, como en el clásico cliché, cargaba en mi maleta un montón de sueños y muchas ganas de servirle a un país distinto al mío.
Yo soy colombiana, oriunda de la capital del valle del cauca (Santiago de Cali). Antes de viajar a Chile tenía miedo, pero muchas ganas de cambiar mi perspectiva, en ésta ocasión para pensar en quedarme.
Aclararé que para mi arribo ya existía un cambio en la ley de migración chilena, pero, mientras tanto, me encontraba realizando otro trámite, que era el validar u homologar mi titulo profesional en el país.
Llegó marzo, e intenté solicitar un permiso de trabajo, para cambiar mi estatus migratorio, pues había llegado como turista y por tal razón no podía buscar trabajo formalmente, mientras tanto apoyaba de forma voluntaria en un local de comida.
Con el paso de los días comencé a consultar en la página oficial del Servicio Nacional de Migraciones de Chile, donde suben la información del estado de las solicitudes. Para no alimentar la ansiedad procuraba no revisar de forma tan constante, sin embargo, empecé a notar inconsistencias, pues, unos días aparecía como si los documentos hubiesen sido recibidos o revisados y otras veces aparecía como si los documentos nunca hubiesen llegado, para lo que me llenó de inseguridad.
Posterior a esto y casi a la mitad del año no tenía respuestas. Desde el organismo me sugirieron escribir a transparencia para saber de mi caso, pero no me respondieron, por lo que decidí ir a las oficinas del servicio, ya que no tenía ninguna respuesta o novedad sobre mi trámite. Obtuve respuesta, o algo así. En extranjería me piden realizar una carta explicativa de mi caso, la que debía entregar ese mismo día y esperar una respuesta en 15 días hábiles.
Año nuevo, respuestas nuevas
Cumplía ocho meses en Chile cuando recibí la respuesta de mi proceso de validación de título profesional colombiano. El estado chileno manifestaba que tendría libertad para ejercer mi profesión de forma legal, pero yo aún no contaba con una respuesta sobre el permiso de trabajo.
Terminó el año en la incertidumbre y llegó enero, la plataforma o página donde consultaba sobre el trámite estado de mi trámite migratorio decía lo mismo (Recibido/No recibido).
El calor de del verano avanzaba y cumplí mi primer año en Chile, pero mi situación era la misma, ninguna novedad. Hasta que llegó el final del verano y con él, la respuesta a mi carta. El SERMIG me explicaba que mi solicitud había sido rechazada y tenía 30 días, una vez notificada, para salir del país y realizar el mismo proceso desde el extranjero. Me invadió la pena, pero decidí tomármelo con calma y planificar mi salida de Chile en el plazo que me daban.
Es ésta mi historia, aún tengo la fe puesta en ese país porque su gente me gustó, sus paisajes me enamoraron y sueño con poder ampliar mi conocimiento con un postítulo, pero es muy difícil como migrante consultar en las páginas oficiales cuando se siente el proceso demasiado lento y con la sensación de que algo no está bien, ojalá tuvieran en cuenta brindar orientación y opciones para las personas migrantes, aunque realizaba procesos distintos , a mi no me hizo sentido que mi titulo fuese reconocido pero que no me dieran la opción de obtener un permiso laboral a excepción de responderme finalmente en un año y notificarme que debía realizar nuevamente el proceso desde afuera.
Actualmente, me encuentro en mi ciudad, Cali, donde insisto en ocuparme mientras espero mi proceso soñando con aportarle al país chileno.
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