Nuevos antecedentes revelados por la Fiscalía dan cuenta de cómo ocurrieron los hechos en la Ruta 5 de La Serena que dieron muerte a Romario Veloz y dejaron gravemente heridos a Rolando Robledo y César Véliz el 20 de octubre del año pasado.
Aunque las nuevas informaciones apuntan al comandante José Faúndez como imputado por dar las órdenes de abrir fuego, las familias de las víctimas esperan que se persiga también a quienes ejecutaron los disparos.
Además, la familia de Romario Veloz, sigue sin explicarse las motivaciones de los militares para dispararle. Su madre afirma que si no fuera por su país de origen y su color de piel no lo habrían matado.
Black Dement
Romario llegó con su mamá a Antofagasta desde Quito a los 9 años. En esa ciudad vivió su adolescencia, hizo sus primeros amigos y comenzó a interesarse por el freestyle y el hip-hop. Según recuerda su mamá, se sentía antofagastino.
Con el seudónimo de Black Dement, empezó a hacerse conocido en los círculos de “batallas” de improvisación en plazas y grabó sus primeras canciones. En esa época conoció a Franccesca Escudero, quien vivía a dos casas de la suya en la zona norte de Antofagasta.
“Era alegre, le encantaba el hip-hop, le encantaba la salsa, le encantaba el sol. Un negro sabrosón en toda su expresión”, recuerda Franccesca, con quien al poco tiempo inició un pololeo. Cuando Romario tenía 21 años tuvieron una hija que el sábado pasado cumplió 6 años.
El 2019 el joven antofagastino decidió trasladarse a La Serena, donde ya vivía su mamá, para estudiar Ingeniería en el Inacap. Fue ahí donde lo pilló el Estallido Social.
La orden del comandante Faúndez
El 18 de octubre las evasiones en el Metro de Santiago por el alza del pasaje se transformaron en masivas movilizaciones en pos de cambios estructurales. Al día siguiente las marchas, cacerolazos y barricadas se habían trasladado a casi todas las grandes ciudades del país; y con ellas la represión por parte de Carabineros y militares.
Aunque Romario no solía participar de marchas o protestas, en esta ocasión decidió sumarse. En ese momento era casi imposible ser indiferente a las movilizaciones más grandes en el país desde el fin de la dictadura.
Así fue como a las 6 de la tarde del domingo 20 de octubre se encontró dentro de la masa que marchaba por la Ruta 5 frente al Mall Plaza La Serena, cuando habrían llegado al lugar 25 militares de la Unidad Fundamental de Emergencia a cargo del comandante José Faúndez Sepúlveda.
Supuestamente esta unidad del Ejército estaba en el lugar por saqueos en el centro comercial, pero repentinamente, en momentos en que los pillajes ya habían terminado, dispararon con fusiles de guerra a los manifestantes, luego de que Faúndez dijera “fuego”.
Entre los manifestantes que en ese momento solo observaban o interpelaban verbalmente a los militares estaba Rolando Robledo, quien recibió un disparo en su abdomen que lo dejó grave. Los militares lo vieron herido, se replegaron por siete minutos y, en vez de ayudarlo, el comandante Faúndez volvió a decir “fuego”.
En esa segunda arremetida el manifestante César Véliz recibió una bala en su pierna y Romario Veloz una en su cuello que le provocó la muerte.
“A mi hijo lo mataron por ser negro”
Mery Cortez, la mamá de Romario, no puede creer que justamente fue su hijo quien recibió esa bala porque ni si quiera solía ir a marchas ni era asiduo a actividades políticas. “Nosotros no tenemos ningún color de partido político, ninguna (…) Aquí con el único que estoy en contra, que todo el mundo le tiene rabia, es el señor presidente”, comenta por la falta de apoyo que han recibido desde el Gobierno.
Respecto a esto, Franccesca agrega que Romario era una persona pacífica: “Muchas personas creen que por la manera en que falleció era una persona que odiaba a Carabineros, pero no, nada. El Romario no era para nada político, era pacífico en realidad…”
Ante la duda de porqué fue Romario la víctima fatal de ese ataque, hoy la única respuesta que su madre encuentra es que el crimen ocurrió por su color de piel y país de origen. Por su propia experiencia, Mery ha sentido la xenofobia del Ejército después de la muerte de Romario.
La mujer relata que una vez un grupo de militare le hicieron un control pidiéndole el permiso para circular durante la cuarentena por el Coronavirus en el centro de La Serena. “Me da por pensar que cada militar que veo en la calle puede ser el asesino de mi hijo y que yo lo tenga en frente mío descaradamente…Yo le dije: justicia para Romario”, recuerda.
“Luego viene el otro y me dice ‘señora, usted no tiene porque venir a pedir justicia aquí; estamos en Chile y aquí se respeta. Usted tiene que pedir justicia en su país’. ¡Pero cómo voy a ir a pedir justicia a mí país si a mi hijo me lo mataron aquí en Chile, aquí es donde tengo que pedir justicia! (…) A mí hijo me lo mataron por ser negro y por ser extranjero”, concluye.
Por su parte, Franccesca explica que ninguna autoridad se ha responsabilizado por el actuar de los militar, ni si quiera con ayuda económica para su hija con Romario. “La pensión que me determinó la AFP Provida es de 18 mil pesos, con eso no hago nada”, afirma.
Justicia para Romario
Los antecedentes sobre los hechos que hemos narrado aquí fueron a los que llegó el Ministerio Público tras casi un año de investigación. La semana pasada anunciaron que formalizarán una investigación contra el Capitán del Ejército, José Faúndez Sepúlveda, por homicidio y otros delitos, al ser él quien dio la orden de abrir fuego.
Pero la abogada de Romario, Adriana Rojas Pérez, aunque celebra que al fin haya avances, cree que no es suficiente: “Hay personas directas que realizaron los disparos en contra de Romario, Rolando y César; y no vamos a descansar hasta que encontremos la total responsabilidad de los agentes del Estado que participaron en estos terribles acontecimientos”, sostiene.
El próximo 28 de octubre en el Juzgado de Garantía de La Serena será la audiencia de formalización contra José Faúndez, mientras la madre de Romario exige “que paguen todos los que tienen que pagar (…) Tenemos que seguir adelante hasta saber quién fue el que percutió el disparo que me quitó lo que yo más amaba en el mundo”.
Escucha a continuación el podcast sobre esta historia con más detalles y ambientes sonoros.
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