Los números son claros. No hace falta ser matemático para identificar una relación directa entre el visado consular impuesto a venezolanos y el incremento de ingresos por pasos no habilitados. Sin embargo, las autoridades chilenas no lo piensan así.
No se hacen cargo de las cifras y atribuyen el significativo aumento de ingresos por pasos no habilitados, a pesar de la pandemia, incluso, a lo que denominan “efecto llamada”.
La génesis del término la encontramos el pasado 6 de agosto, cuando la comisión de Hacienda del Senado aprobó una indicación, de la oposición, al proyecto de ley de migraciones que se discute, en el sentido de permitir a los extranjeros en situación irregular poder, dentro del plazo de 90 días contados a partir de la publicación de la norma actualmente en trámite, pedir un visado de residencia temporaria sin ser sancionados administrativamente.
El gobierno reaccionó inmediatamente advirtiendo sobre un fenómeno que denominó «efecto llamada», que podría provocar la proposición, al anunciar una suerte de «promesa para una visa».
«La explicación de este aumento clandestino a Chile también está asociado a lo que nosotros denominamos “efecto llamada”. Tal como lo hicimos ver en reiteradas ocasiones en la comisión de Hacienda, el incorporar una norma que permitía a cualquier extranjero, que ingresara a nuestro país hasta 90 días después de aprobado el proyecto, generaba un llamado a todas aquellas personas que estuvieran pensando ingresar a Chile a hacerlo lo más rápido posible», afirmó el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli.
Pablo Roessler, responsable de estudios SJM Chile, es enfático en señalar que el efecto llamada es inviable. “Los ingresos de venezolanos aumentaron desde la visa consular, hace más de un año, mucho antes de que se discutiera en el senado la medida, por lo que no existe este efecto llamada”. Por otro lado, el profesional agrega que “la composición por nacionalidades (que se muestra en la tabla de arriba) de quienes ingresan por paso no habilitado muestra que la mayoría han sido venezolanos, esto habla de una promesa no cumplida, cuando el presidente fue a Cúcuta, donde muchos vieron a Chile como un buen lugar para vivir y se les cerró la puerta en la cara”.
Roessler no se queda sólo ahí. Indica que al analizar la composición de la migración venezolana se pueden observar claramente dos periodos distintos. Hasta antes de 2018 la mayor parte de los migrantes venezolanos eran profesionales, llegaban por avión . «Yo iría incluso más allá y te diría que eran abiertamente opositores a Maduro, netamente. Pero después de 2018 la gente que llegó son personas que estaban muriendo de hambre y a ellos se les cerró la puerta en la cara”, señala enfático.
Hay otro dato que es importante a la hora de entender el aumento exponencial de ingresos de venezolanos por pasos no habilitados que son las solicitudes de refugio. Según cifras del SJM, elaboradas a partir de los datos entregados por PDI, entre enero y junio de 2019, 16.900 personas declararon que solicitarían refugio al ingresar al país; de ellas, el 99% eran venezolanos. A partir de junio, las cifras caen a 33 personas hasta finalizar el año, y durante el primer trimestre de 2020 sólo 3 declararon esa intención. El responsable de estudios del SJM es vehemente en indicar que, según los datos, “ni siquiera se les está dando la alternativa de solicitar refugio.
Deja una respuesta
Usted debe ser conectado para publicar un comentario.