Más de 230.000 personas contagiadas y 27.000 muertes se registran hasta la fecha en España, uno de los países europeos más afectados por la crisis sanitaria del coronavirus.
La pandemia del COVID-19 que hoy mantiene en confinamiento a la gran mayoría de la población mundial, deja consigo una de las crisis económicas más fuertes registradas en el último siglo. Números rojos que mantienen en alerta a las autoridades políticas de cada país que ha visto mermada su capacidad de atención hospitalaria y por consecuencia, su ritmo financiero.
De acuerdo a la información entregada en España por el Servicio Público de Empleo Estatal, el pasado 12 de marzo se registró la pérdida de más de 484.678 empleos, cifra que aumentó el total de desempleados a nivel nacional, el cual ya supera los 3,7 millones de personas sin trabajo.
Números que ponen en alerta a las autoridades y con mayor énfasis, a las y los trabajadores españoles que ven amenazada su fuente laboral como lo ha sido el sector de servicios, el rubro más golpeado por la crisis.
En dicha área, es donde trabaja el entrevistado que se presenta a continuación, Miguel Carrera (26) joven español, que desempeñó durante la cuarentena total, sus labores de atención en una sucursal de la gasolinera Repsol, ubicada en las cercanías de Madrid, ciudad que concentra la mayor cantidad de contagiados en el país.
¿Qué sientes al ser parte de esta «primera línea» de trabajos en plena época de pandemia en España?
Pues los primeros días yo iba con mucho ánimo de poder decir «quiero formar parte de la solución, quiero ayudar a que la gente pueda seguir teniendo gasolina en el coche, quiero ayudar a que la gente pueda comprar productos básicos, como papel higiénico o comida en general», y bueno, pensando en eso, en que las ambulancias necesitan gasolina, los coches de policía necesitan seguir moviéndose y todo tiene que seguir funcionando y por supuesto, estaba dispuesto a hacer ese esfuerzo. Pero luego, también, te sientes un poco frustrado porque ves que lo que en un principio creerías hacer de ayudar a la gente que de verdad lo necesita, ayudar a que el sistema sanitario y los policías puedan seguir trabajando con sus vehículos, ves que no es así y ves que la gente baja de sus casas a comprar productos que no tienen ninguna necesidad como patatas fritas, como cerveza, como pizzas congeladas.
En España, ya se registran más de 230.000 contagiados. ¿Crees que las autoridades han reaccionado de manera correcta frente a la pandemia?
La gestión de las autoridades españolas tiene bastantes luces y bastantes sombras. Por un lado, tenemos un sistema sanitario envidiable por muchos otros países del mundo, somos el segundo país del mundo con más personas recuperadas por detrás de China y eso habla muy bien de nuestro sistema sanitario, pero en cuanto a nuestras autoridades políticas, creo que se tardó mucho en decretar el estado de alarma, por el cual todos los españoles y españolas, deberían quedarse en sus casas. Soy partidario de que se tiene que poner en valor la vida de las personas antes que la economía. La economía se puede recuperar, una muerte no se puede resucitar y bueno, ahora parece que ha bajado un poco el ritmo y han permitido a la gente volver a trabajar, pero bueno, yo no creo que el gobierno haya llevado las medidas necesarias. Se han hecho muchas cosas bien, pero tendrían que haber sido más estrictos desde un principio.
Sin duda, esta pandemia ha afectado todos los ámbitos de la vida de la gran mayoría de la población mundial, pero especialmente en España, por ser uno de los países con mayor tasa de contagios. ¿Cuál es el impacto social en tu caso, para esta pandemia?
sí que hay momentos en los que te sientes mal, por la soledad, por el hecho de no poder realizar tus actividades normales, como simplemente dar un paseo y bueno, socialmente, yo al trabajar en un trabajo que es de cara al público y poder palpar un poco lo que es la calle, socialmente creo que la mayor parte de esta sociedad ha respondido muy bien, pero siempre hay gente que ha salido de sus casas por tonterías, innecesariamente. Pero bueno, contamos con una policía en España muy preparada, que ha respondido ante la situación y por desgracia han tenido que multar a muchas personas porque no cumplían el confinamiento y socialmente, yo pensaba que España era una sociedad más madura de lo que ha demostrado, porque una parte de su población ha demostrado ser muy infantil y bueno, eso me apena y me hace sentir que este país necesitaría replantearse su modelo de sociedad más responsable para el futuro.
¿Cuentas con familiares o cercanos que han debido estar en esta “primera línea” de trabajadores en pandemia? ¿Cómo realizan sus vidas?
Lo más cercano que tengo, es mi madre y mi hermana que es auxiliar de enfermera en el hospital y mi hermana trabaja en una residencia de ancianos y pues, lo vives con mucho miedo, puesto que son seres queridos que se están enfrentando cara a cara al virus, pero a la vez con tranquilidad, por lo menos por lo que te cuentan, de que ya en esta fecha, ya cuentan con más medios, con más mascarillas, con más protecciones ante el virus. Pero los primeros días, fueron de miedo, porque había mucha falta de material, había muchísima afluencia de gente con casos en los hospitales y bueno, pues, realizan sus vidas con la normalidad que se puede ahora mismo.
Con respecto a lo que fue tu trabajo en Madrid, ¿cómo era tu relación con los clientes en el lugar de trabajo?
mi relación con los clientes sobre todo era con policías y personal sanitario, pues les intentaba ayudar todo lo que pudiera, atenderles siempre de la forma más amable posible y dentro de lo que cabe, incluso, mantener una pequeña conversación, puesto que, en estos momentos de aislamiento, creo que mucha gente y yo me incluyo, no podemos hablar o no podemos tener una conversación con casi nadie durante el día. Eran momentos en los que ya teníamos que tener esa relación, por el intercambio que tenemos que realizar para la compra o venta de combustible o productos, pues intentar tener una conversación tranquila, amable, en la que nos relajemos, aunque sea un minuto y nos evadamos un poco de la situación que existe.
¿Crees que esos clientes eran/son conscientes de la gravedad del problema?
Sí, creo que la mayoría de los clientes que han venido, son conscientes del problema que existe y acudían a la gasolinera únicamente para repostar el coche, para poderse ir con sus trabajos y siempre con mascarillas, con guantes o con más protecciones, con líquido desinfectante, etcétera. Y teniendo mucho cuidado a la hora de tocar los diferentes elementos de la gasolinera y siempre manteniendo la distancia de seguridad que es de dos metros, pero bueno, había mucha gente que lo tomaba muy en serio y seguía las normas, pero otra gente y sobre todo las personas de más edad, no sé por qué, venían a comprar periódicos, que el gobierno ha dicho que son productos básicos, pero que a mí no me parece y no traían mascarillas o guantes o no evitaban tocar elementos de la calle, no mantenían la distancia de seguridad, se llevaban las manos a la cara después de haber tocado las cosas, y bueno, en algún momento he tenido que decirle que por favor se separen, que mantuvieran la distancia de seguridad con otros, puesto que muchos señores mayores no eran conscientes. Luego también, bastantes jóvenes han salido demostrando no ser conscientes con la gravedad del asunto, salían a por cerveza, por tabaco, por patatas fritas.
¿Qué sentías cuando algunos clientes compraban artículos que no eran de primera necesidad?
te hace sentir mal, te hace sentir frustrado, te hace sentir que esa gente no valora tu trabajo en esta situación. Te tratan mal, mucha gente no tenía ninguna educación y te hacen sentir como inútil, como que no aportas a la crisis, como que no está sirviendo de nada tu trabajo, cuando estás sirviendo una cerveza. Y encima te están exponiendo. Te hace sentir rabia y frustración. Rabia porque te están exponiendo sin ninguna necesidad, porque la mayoría pagaba con monedas y las monedas son muy peligrosas en este momento y frustración, puesto que sientes que están dando un servicio que no es necesario como es el vender una cerveza
La empresa en la que trabajabas ¿tomó medidas para sus trabajadores? ¿Aportaron para ayudar a la comunidad?
Bueno, la empresa para la que trabajo es Repsol, es la mayor petrolera de España. Lo primero que llevaron a cabo fue cerrar la tienda, para atender a través de una ventanilla y así evitar exponerse de cara a cara, directamente al público, puesto que con el cristal de por medio se reduce mucho el contagio por aire. Lo siguiente fue la utilización de guantes que, en el caso de mi estación de servicio, llegaron tarde, tuvimos que usar unos guantes que nos dieron unos trabajadores de una farmacia cercana a mi trabajo, que se los agradezco enormemente, demostrando una gran solidaridad y bueno, por parte de la empresa, las medidas fueron: usar guantes, cerrar la tienda, mantener una limpieza exhaustiva en todos los lugares de la gasolinera que tocábamos a menudo como son los picaportes, como es el suelo, como es el cajón por el que atendíamos a la gente, como es la caja. Y bueno, esas fueron las principales medidas. También, otra medida fue cerrar todos los servicios que se ofrecían que se encuentran fuera de la tienda.
En Chile, el acceso a salud es una barrera de carácter económico para muchos habitantes de este territorio. Con respecto a ello ¿crees que las diferencias socioeconómicas se traducen en diferencia de trato en el área de la salud española?
Bueno, me paso por alto que ante la gran bomba de contagios que ha habido que se ha producido un aumento de contagios, más alto del que la sanidad de este país podía admitir, es decir, los hospitales no daban abasto y mucha gente pues, no ha podido ser atendida como debería, porque no había personal sanitario o no había material sanitario suficiente y eso es culpa de las administraciones públicas, que durante años han recortado el presupuesto en sanidad, han reducido el número de camas en hospitales, han reducido el número de personal sanitario, han reducido el número de equipamiento sanitario, han reducido la calidad de éste y si esto no se hubiera reducido, se hubieran evitado muchas muertes, esto tanto en España, como en el mundo se debe valorar y tenemos que empezar a pensar que la sanidad es un pilar fundamental de cualquier pueblo y sociedad y esto es lo que siempre decíamos, que bueno «por lo menos, no tenemos dinero, pero no tenemos salud», ahora no tenemos salud y ahora es cuando tenemos que tener un sistema sanitario que esté entre los mejores de Europa y el mundo.
En España, como país o como sociedad ¿han creado medidas de apoyo emocional?
Sí, en muchos pueblos de zonas rurales, donde vive mucha gente mayor que está sola o no tiene familiares o les tiene lejos, se han creado muchos números de teléfono para que estas personas llamen y puedan mantener una conversación con voluntarios que se ofrecen para ayudar psicológica o emocionalmente. También, se ha habilitado números de atención psicológica con psicólogos o psicólogas que atienden por videollamadas a la gente que lo necesita, porque mucha gente se ha visto afectada con el aumento de enfermedades psicológicas que ya eran difíciles y pues con el aislamiento han empeorado porque para la mente esto es muy difícil de superar, es un gran cambio no poder relacionarte con nadie y bueno, por lo que sé, en la zona rural de donde viene mi familia, se han puesto muchos números, en los que sobre todo, las personas mayores pueden llamar y por lo menos hablar un poco o contar sus vidas o contar sus problemas y de esa manera desahogarse, que es lo principal. El tener que estar callado todo el tiempo, sin que nadie te pueda oír, es muy duro.
En Chile, el ministro de Salud ha emitido diversas declaraciones que han sido blanco de críticas en el país, pero una de ellas es la que más ha llamado la atención por utilizar conceptos «pocos profesionales». Se refirió al virus, el cual señaló, podría «mutar a buena persona» ¿qué te parecen estas declaraciones de parte de una autoridad tan importante en tiempos de pandemia como él?
Me parece vergonzoso que el ministro de Salud de cualquier país se refiera así al coronavirus de esa manera y que no sea capaz de verlo de otra manera, me parece muy triste, ya que él es la principal autoridad responsable Salud en Chile y tendría que tomar las medidas necesarias para que en Chile no ocurra lo que está pasando en Europa. Me parece que estas personas no deberían seguir en sus puestos de trabajo, deberían dimitir, deberían ser destituidas directamente, no poder ser ministro de Salud si no eres consciente de la gravedad del asunto.
Para finalizar la entrevista ¿crees que esto nos unirá más como sociedad mundial? ¿Crees que la pandemia ayudará a entender las dificultades vividas en otros territorios?
Quiero creer y tengo la esperanza de que sí, de que esto hemos visto que no es una enfermedad que nos acepte por ser de una etnia o por ser de un continente, o por ser ricos o por ser pobres, nos afecta por nuestra condición de humanos, y nuestra condición de humanos, es universal para todos, nos encontremos en América, en Asia, o Europa, sobre todo, desde los países desarrollados tenemos que ser solidarios, puesto que si a nosotros nos ha afectado de esta manera, teniendo todos los medios que tenemos, cómo va a afectar a países que no tienen el desarrollo necesario, cómo va afectar a países africanos o los más pobres de América, que cuentan con una ciudades mega pobladas, con condiciones higiénicas muy deficientes, cómo les va a afectar si nosotros desde los países más desarrollados no somos capaces de ofrecerles nuestra solidaridad, de ofrecerles nuestros recursos sanitarios y de ponernos a trabajar ya, en cómo se está haciendo en la búsqueda de una vacuna.
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