Tendencias xenófobas en redes sociales, sobreexposición mediática, señalamiento de las autoridades, y agresiones físicas, hacen parte de la realidad que afrontan las y los migrantes, en la actual emergencia del Covid-19, y que profundiza aún más la vulneración de sus derechos.
“Tenía que ser peruana” es una de las frases que circuló por las redes, refiriéndose a una mujer extranjera, contagiada por Covid-19 y que fue sorprendida en la Plaza de Armas de Santiago a pesar que debía mantener cuarentena. Durante el hecho, rápidamente llegó el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, junto a periodistas y camarógrafos de la prensa nacional, quienes usaron este caso para difundirlo a la opinión pública, exponiendo detalles de la vida de la persona cuestionada, y desencadenando una ola de comentarios xenófobos y racistas.
Pero imprudencias como las de la mujer mencionada no ocurren por primera vez desde que inició la emergencia. Se han visto casos de personas contagiadas que infringen su cuarentena y van a supermercados, u otras que usan helicópteros para eludir el control sanitario, sin embargo no han tenido el despliegue comunicacional que sí tienen los que involucran a personas migrantes.
Y sin que transcurra mucho tiempo, se han expuesto otros hechos racistas que pasan a la agresión física o al escarnio público, como el hombre afrodescendiente que fue detenido y al que un guardia de seguridad le lanzó una patada en las afueras de las oficinas de la Administradora de Fondos de Cesantía, AFC, o el señalamiento hecho a la comunidad haitiana en Quilicura, primero por error en redes y medios locales, y luego por la sobreexposición mediática y parcializada, que ya fue evidente en diferentes canales de televisión nacional, y que se está replicando en otras comunas también con población migrante. Esto se refuerza con los pronunciamientos que han hecho las autoridades como el presidente de Chile, Sebastián Piñera, y el ministro de salud, Jaime Mañalich, al inferir que las personas inmigrantes son responsables de la propagación del virus en el país.
Cabe destacar que la Red de Periodistas y Comunicadores Migrantes, se ha referido antes a este tipo de discursos en medio de la emergencia, cuando un diario nacional, publicó en su portada a una madre afrodescendiente y su hijo en brazos, refiriéndose a la pandemia.
Reiteramos que el tratamiento ético en el ejercicio periodístico, cuando se aborda la migración, es indispensable para no terminar alimentando el racismo, la xenofobia y la aporofobia, así como poniendo en riesgo la integridad física de las personas, ya que los contenidos que se publican en los medios de comunicación tiene un impacto directo en la construcción social de la realidad.
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