Niños jugando en un castillo inflable, adultos conversando y disfrutando de una empanada, fue parte de lo que se pudo ver el 18 de diciembre en el Centro de Acogida Migrante de Puente Alto, lugar donde se celebró navidad para la comunidad migrante, organizado por la Fundación Madre Josefa.
Niños jugando en un castillo inflable, adultos conversando y disfrutando de una empanada, fue parte de lo que se pudo ver el 18 de diciembre en el Centro de Acogida Migrante de Puente Alto, lugar donde se celebró navidad para la comunidad migrante, organizado por la Fundación Madre Josefa.
El evento inició con una misa para bendecir tanto a la actividad como a todos los participantes. Siguiente a esto, a los invitados se les repartió un completo o una empanada acompañado de un jugo o una bebida y pudieron gozar mientras veían bailes colombianos y música afrodescendiente.
Dede las 15:30 horas, 17 niños pudieron ir a una consulta gratuita al pediatra, quien prestó sus servicios como voluntario en la actividad. Ya casi al finalizar, se hizo una reflexión sobre por qué migrar es un derecho y se invitó a los participantes a contar su historia de migración, desde una perspectiva tanto de dejar su país de origen como de la acogida por parte de Chile.
Para cerrar la actividad, se llamó a cada familia a recibir una bolsa con mercadería: alimentos, bebidas, útiles de aseo entre otras cosas y a los niños El Viejito Pascuero les entregó un regalo y un helado para que puedan irse felices a sus casas.
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