El sábado 14 de diciembre, varios extranjeros y chilenos se reunieron en la Plaza el Trébol en Independencia para compartir ideas con respecto a los cambios que se está viviendo en Chile y su perspectiva sobre esto.
Juegos inflables, diversos tipos de comida, animadores y bailes. Así se vivió el sábado 14 de diciembre el Encuentro Intercultural por el proceso constituyente organizado por la Coordinadora Nacional de Inmigrantes de Chile, la Secretaría de Mujeres Inmigrantes, el Colectivo sin Fronteras, Negrocentricxs y la Red de Periodistas y Comunicadores Migrantes.
La finalidad del evento, según Patricia Loredo, del Colectivo sin Fronteras, es darle visibilidad a los problemas que sufre la comunidad migrante. “Nos parece importante que la comunidad fortalezca su participación e involucramiento y por otra parte que la sociedad chilena y sus instituciones generen los espacios y las condiciones legales para que las personas migrantes que han elegido Chile, puedan tener voz”, señala.
Para esto, buscan mostrar que la comunidad migrante quiere participar en los procesos de cambios que está viviendo Chile, sobre todo en el proceso constituyente. En Chile, los migrantes son el 6,6% de la población, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas, y aún así no se ven representados en la política. «La constitución de ahora no se hace cargo de la plurinacionalidad ni de la interculturalidad, ni tampoco del principio de discriminación. Por lo menos en la población más vulnerable. La nacionalidad es un tema muy ambiguo también, y consideramos que debería cambiar, para reconocer a todos los niños que nacen en Chile”, comenta Patricia.
En la iniciativa, que tuvo inicio a las 16:00 horas, se veían niños bailando danzas típicas de Bolivia y de Perú. Al otro lado, niños de Ecuador, de Venezuela y también de Chile escribían en un cartel que era lo que deseaban y lo más recurrente era la frase “No más discriminación”. A juicio de Patricia, los inmigrantes viven constantemente una segregación, esta comienza por las instituciones, haciéndote difícil tener los papeles, o más adelante haciendo imposible la nacionalidad, pero esto influye también en la sociedad civil. “La institución genera dinámicas sociales y culturales. Mientras haya un estado que es racista y que desconoce a los migrantes, va a generar dinámicas sociales racistas y la gente se va a educar y construir en esa dinámica, cosmovisión y lógica de subordinación”, finaliza.
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