Casa Columnas Poco y nada se avanza en modernización laboral

Poco y nada se avanza en modernización laboral

Poco y nada se avanza en modernización laboral

Hace 18 años que vivo acá en Chile, por lo tanto, mi vida laboral comenzó de lleno aquí. Tuve mucha suerte de poder encontrar un trabajo digno pues no tenía una profesión y tampoco tenía permiso de trabajo. Al tiempo de buscar Conseguí uno que me permitía solventar mis propios gastos, pero debía mentir, si algún inspector pasaba debía decir que era pariente del dueño del negocio de ropa que atendía para que a él no le llegara una multa y además yo no me quedara sin trabajo; para qué decir de mi seguro social, horas extras o jornadas semanales más largas que las de mis compañeras; mi necesidad de trabajo era más alta la conciencia de mis derechos.

El tiempo pasó y ya regularizado mi estado migratorio pude pensar en los derechos laborares; comencé por pedir “la hora de colación”. Cuando logré un avance en eso, mis compañeras odiaban un poco la situación pues ellas debían reemplazarme esa hora y todo se enredaba. También mi carga de horas de trabajo era más larga que lo legal, pude negociar, sola, con resultado pseudo positivo. Recuerdo que Siempre que hacíamos un acuerdo con mi empleador, él me rogaba que no advirtiera de los cambios a mis compañeras, pues ellas también superaban el horario legal permitido de trabajo.

Luego tuve varios otros trabajos y en muchos tuve que luchar por mis derechos laborales, que estaban dispuestos, pero que no se cumplían.
Ustedes dirán, bueno, bueno, pero eso pasó hace 18 años atrás, hemos avanzado… pues les digo Poco se ha avanzado, y aquí entro en el tema que inspiró esta editorial; este mismo mes, el ejecutivo ha mandado un proyecto de ley laboral al congreso que dice, según palabras de Sebastian Piñera:” este Proyecto de Modernización Laboral» permite acordar jornadas de trabajo adaptables a las «distintas realidades y necesidades» de los trabajadores.

Entonces yo me puse a pensar en las veces que tuve que “pedir” lo legal en cada trabajo en el que estuve y que se hacían oídos sordos a mis peticiones, las veces que me tuve que callar por temor a que me echen del trabajo porque, señoras y señores, la mayoría de las personas que trabajamos en algún momento de vendedoras, de reponedoras, de secretarias, de limpieza, jardinero, de cajera y mil etcéteras, lo hacemos porque tenemos la necesidad de recibir el dinero que nos asigna ese trabajo, no lo hacemos porque queremos distraernos o aprender cosas nuevas, o enriquecer la mente o salir de nuestra casa, la necesidad es el dinero. Y otra vez que intenté hacer una negociación colectiva con un petitorio básico en el que pedíamos un porcentaje de comisión de las ventas, junto a 6 compañeras más, (a pesar de que me habían advertido que las negociaciones colectivas no terminaban bien para el o la trabajadora) y no alcanzamos ni siquiera a discutirlo con la empleadora y nos echaron a todas, ¡de un plumazo!

Y también pensé en las veces que en la actualidad voy a negocios (en Meiggs por ejemplo o incluso en pequeños centros comerciales) y veo a las personas “tomando su almuerzo” ahí mismo, rodeada de la mercadería que venden. Pienso en los obreros de la construcción, en los choferes del Transantiago que no tienen baños. En las personas oficinistas que deben salir a almorzar en una hora.

Con este proyecto de ley el mandatario afirma que se van a evitar situaciones como éstas, por ejemplo, él dijo “Este proyecto de ley lo que busca es fortalecer los derechos de los trabajadores, ampliar sus ámbitos de libertad y permitir una mejor incorporación al mundo del trabajo y una mejor compatibilización de ese mundo con otros tan importantes, como el mundo de la familia, la recreación, la cultura, los amigos, etc», dijo textual.

Bueno, en fin, no creo en nada de lo que el mandatario afirma, perdón mi pesimismo pero si miramos la ley actual y cada quien hace un ejercicio personal de comparar su estado laboral con lo legal, apuesto a que hay muchas cosas que no se cumplen y hago doble apuesta que si usted en forma personal intenta negociar con su empleador una mejora, dentro del marco legal,  le vaya a ir bien,  por las dudas tenga otra carta bajo la manga porque ese empleador ya lo puso en la lista negra de trabajadores.