Como cada año, se celebra en la Parroquia Latinoamericana (a cargo del Padre Marcio Toniazzo), el Día Nacional del Migrante en Chile, que congrega a personas de diferentes nacionalidades del mundo para realizar representaciones culturales de su patria natal mostrando lo mejor de su folclore, además de exhibir su gastronomía típica.
Con meses de anticipación se preparan las personas para este día especial, en donde se espera una gran cantidad de personas, no sólo de sus países de orígenes sino del propio país receptor: Chile, para mostrar lo mejor de su idiosincrasia. Trajes, música y entretenimiento se planean previamente para dar un buen espectáculo, pero sobre todo, para recordar con sentimiento ese lugar que dejaron atrás para recordarlo con nostalgia y alegría.
Fue así como el día domingo 03 de septiembre se inició la celebración con una misa oficiada por el Monseñor Ricardo Ezzatti, quien destacó la importancia de integrar al foráneo que viene en busca de una vida mejor. Así mismo recalcó que existen más de 40 parroquias en donde se ofrecen cursos de español para las personas que no sepan el idioma.
Al terminar la Eucaristía, el Ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, leyó un saludo de la Presidenta de la República por este día: «Esta es una forma de celebrar la diversidad, la integración, la inclusión y el multiculturalismo. Sabemos que no es un fenómeno nuevo, ya que la historia de Chile se ha escrito gracias a la colaboración de miles de extranjeros que han pisado nuestra tierra buscando de nuevos horizontes. Somos testigos del sacrificio y esfuerzo que realizan cada día».
Cabe destacar que esta misa fue importante para gran parte de los migrantes, debido a que la mayoría de ellos son católicos. Sin embargo, más allá de las religiones, las puertas de la iglesia Latinoamericana están abiertas para todo aquél– sin importar raza, clase social, religión ni nacionalidad—que desee encontrar un lugar como su hogar.
A este respecto, el Presidente del Instituto Católico Chileno de Migración (Incami), monseñor Galo Fernández, señaló: «Es una tradición ya instalada en nuestro país, que es un gesto de poner la mirada en los hermanos que han venido de otras tierras a hacer patria en esta tierra. La Iglesia quiere manifestar con ello que es un lugar sin fronteras, un lugar de hospitalidad y de acogida».
Para Mónica Pino, migrante caribeña, “la convocatoria fue una excelente iniciativa, tanto cultural como social porque se abren espacios para la inclusión de todos nosotros y eso se valora enormemente. Me sentí nostálgica al ver tantas personas de diversos lugares como yo vivir esta realidad, pero a la vez con fuerza de sentir que somos uno sólo y eso te da fuerza emocional para continuar en la lucha de este proceso de migración”:
En el acto inaugural se encontraban el Cardenal Ricardo Ezatti, Evelyn Mathei, alcaldesa del municipio Providencia y Christian Rodríguez, Cónsul de Colombia para dar su apoyo y espaldarazo a los organizadores del evento, en especial, a los padres de la misión scalabrini, destinada a servir a los migrantes del mundo y a ayudarlos a integrarse a la sociedad a la que llegan de forma digna.
Mathei se dirigió al público y dijo que: “Desde el municipio vamos ayudar en todo lo que podamos, los queremos a ustedes como chilenos, los queremos también con sus costumbres, con su gastronomía, con sus bailes, con sus cantos. También tenemos en la municipalidad una oficina de inserción laboral para quienes estén buscando empleo, así que son bienvenidos. Cuando uno ha estado en otro país, uno agradece cuando uno ha sido acogido, me ha tocado y por eso queremos hacer lo mismo con ustedes.”
Las delegaciones presentes en la muestra del folclore fueron: Chile, México, Cuba, Venezuela, El Salvador, Ecuador, Bolivia, Colombia, Paraguay, Perú, Argentina, Brasil, Filipinas, República Dominicana y África.
El tema de este año propuesta por la iglesia católica para la colecta anual en favor de los migrantes fue: “Por una infancia inclusiva, segura y feliz”. Los fondos recaudados serán utilizados para continuar trabajando en las oficinas del INCAMI y las casas de acogida a lo largo de Chile. Quienes deseen colaborar pueden depositar en la cuenta corriente del Banco de Chile: 1663576402, RUT: 820679008.
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