En un frío domingo, justo a mediodía, la Municipalidad de Quilicura, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y un centenar de personas de las más diversas nacionalidades, daban inicio a la conmemoración del Día del Refugiado, en el Centro Cultural de la comuna.
Una oración ecuménica, los saludos protocolares de las autoridades y la descripción del sentir de los millones de refugiados del mundo, marcaron el inicio de una jornada que buscaba sensibilizar a las sociedades sobre la condición de refugiado, acoger y acercar diversas culturas a través de la música, la gastronomía, el deporte y el baile.
La conmemoración del Día del Refugiado fue una iniciativa de Naciones Unidas, organismo que en el año 2000 decidió fijar el 20 de junio como el día Mundial del Refugiado, homenajeando la promulgación de la Convención del Refugiado de 1951.
La agencia de Naciones Unidas a cargo del tema es ACNUR, por ello la jefa de la oficina en Chile, Magda Medina, destacó la ceremonia organizada por la municipalidad y la labor de acogida que brinda Quilicura a refugiados de distintas latitudes. “Como todos los años venimos a Quilicura a conmemorar el día del Refugiado. En Chile no son muchas las personas que se encuentran como Refugiados, comparado con otros países, hablamos de entre 2000 y 2900 personas que han sido acogidas e integradas a la sociedad”, resaltó Medina.
Yamile Cabrera es la encargada del Departamento de Innovación y Participación Ciudadana de la Municipalidad de Quilicura. Por años, ha sido el rostro visible de un municipio que se ha empeñado en acoger a personas con diversos idiomas, colores y sabores. “Nuestra comuna, en materia de Refugio, quiere brindar un testimonio, aportar un granito de arena y permitir que las personas refugiadas que vivan en nuestra comuna, que si bien hoy son pocos, lo hagan de la mejor manera, para que a futuro puedan llegar muchos más”, señala la funcionaria municipal.
La labor de la Oficina de Migración y Refugio de la comuna se ha ganado un espacio al interior de la comunidad, señala Yamile. “Esto partió con puro esfuerzo y hoy es un Departamento dentro del organigrama municipal. Pero lo más importante es que la gente lo siente como propio, acá no siempre logramos solucionar los problemas de las personas, pero nos preocupamos por atenderlos, escucharlos y acogerlos, entregar algo que no es material, es entregar cariño y preocupación a migrantes y refugiados”, añade.
Tras los actos conmemorativos los asistentes pudieron disfrutar de la comida peruana, mexicana, chilena, colombiana, haitiana, brasileña, dominicana y mapuche. Las familias compartieron cerdos al horno, comida de invierno, arepas y una serie de otras delicias de distintas latitudes.
Pero no todo fue comer. El baile y la música amenizaban la tarde del centro cultural que conmemoraba a los refugiados. Un bálsamo de alegría para quienes se han visto obligados a huir de sus casas y de sus vidas por situaciones desesperadas.
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