Miles de personas salieron a la calle en Durban para manifestar su repulsa a la xenofobia. Paralelamente, la policía se enfrentaba a decenas de personas que pedían a los extranjeros, la mayoría de ellos africanos, que se fueran de Sudáfrica.
“La manifestación es un signo importante porque la situación en Sudáfrica es realmente compleja” dijo el misionero comboniano José Rebelo, que dirige la revista Worldwide en Sudáfrica. “No saben cómo hacer frente a los problemas y buscan chivos expiatorios, que son los extranjeros, los más débiles”, añadió Rebolo a Misna.
En los últimos días Durban ha sido el escenario de numerosos ataques a la población extranjera, provocando que más de mil personas se hayan visto forzadas a huir de sus hogares.
Por otra parte, la Comisión Sudafricana de Derechos Humanos, ligada al Gobierno, está evaluando dos discursos del rey zulú Goodwill Zwelithini, que podrían ser considerados incitación al odio. Zwelithini exhortó recientemente a los inmigrantes para que se fueran de Sudáfrica.
Desde el fin del apartheid, muchos extranjeros, la mayoría africanos, se han trasladado a Sudáfrica en busca de oportunidades. Muchos desempleados sudafricanos acusan a los extranjeros de robarles los puestos de trabajo en un país donde la tasa de desempleo supera el 24 por ciento.
Sin embargo, un análisis del Consorcio de Migraciones y Trabajo de Investigación –una organización que examina el impacto de la inmigración en Sudáfrica–, desveló que entre la población activa con edades entre 15 y 64 años, solo un 4% son “inmigrantes de origen internacional”. Entre ellos, un 79% son africanos, un 17% blancos y casi el 4% indios o asiáticos. “Hay una desconexión entre la percepción y la realidad porque no hubo datos disponibles hasta ahora. Por tanto, mucho de lo que se ha dicho o reproducido se ha basado en mitos, cosas dichas de oído o anécdotas”, afirmó uno de los investigadores responsables del estudio.
Fuente: mundonegro.com
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