Casa Migración Las nuevas normativas migratorias y las miradas del fenómeno en Chile

Las nuevas normativas migratorias y las miradas del fenómeno en Chile

Las nuevas normativas migratorias y las miradas del fenómeno en Chile

El próximo año estaría lista la nueva ley de extranjería; a finales de octubre de este año comenzará a funcionar el Consejo Nacional de Política Migratoria; se está instalando un debate sobre la migración en Chile, teniendo en cuenta la cifra formal de 442 mil extranjeros residentes en el país, que marca un crecimiento respecto a años recientes.

Fuente: ICAL

Es parte de las informaciones y reflexiones que surgieron del Conversatorio “LA MIGRACION EN CHILE, TEMA EMERGENTE ¿Se están dando las respuestas adecuadas?”, convocado y organizado por el Área de Desarrollo Social y Participación del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL) el 29 de septiembre.

En la oportunidad participaron como expositores Rodrigo Sandoval, Jefe del Departamento de Extranjería y Migración, Carolina Stefoni, Directora del Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado, y Tatiana Albuja, del Movimiento Acción Migrante (MAM Chile).

En la ocasión, el Jefe del Departamento de Extranjería informó que durante el mes de octubre del 2014 comenzará a sesionar el Consejo Nacional de Política Migratoria del país, después de que el 1 de agosto la Presidenta Michelle Bachelet firmara el decreto respectivo.

Además, Rodrigo Sandoval sostuvo que se iniciará en el último trimestre de este año una discusión y análisis para la renovación de la Ley de Extranjería para el 2015, la que se debería ver en el Congreso el próximo año.

El funcionario enfatizó que “en el actual gobierno lo que se compromete es un ejercicio de modificación legislativa, de hacerse cargo del déficit institucional que existía y de tomar el tema relativo a derechos humanos” de los migrantes.

En tanto, Carolina Sefoni señaló que en el país “se ha logrado avanzar en ciertos consensos, independiente de los colores políticos. A nivel general hay dos: uno, la identificación de los problemas más urgentes de la migración, en términos de vivienda, de trabajo, de salud; otro, es la necesidad de modificar la Ley de Extranjería”.

Al intervenir en el Conversatorio, la representante del MAM manifestó que “las migrantes o los migrantes tenemos una responsabilidad y el compromiso de levantar el tema de la movilidad humana como el derecho que tiene toda persona a desplazarse libremente, sin que eso implique la pérdida de derechos de ciudadanía”. Tatiana Albuja expresó que “eso tiene que ver básicamente con la dignidad humana, porque ella no termina cuando alguien atraviesa una frontera o la puerta de un aeropuerto. Uno sigue siendo humano con necesidades, sueños, debilidades, fortalezas”.

En la actividad, moderada por Pablo Canelo, Encargado del Área de Desarrollo Social y Participación del ICAL, participó medio centenar de personas, entre ellas migrantes, diplomáticos, académicos, estudiantes y funcionarios municipales.

Un tema instalado en la agenda nacional.

Pablo Canelo planteó que “hemos convocado a este Conversatorio sobre un tema que se ha instalado en la agenda, como es el de migración, y queremos hacer un aporte más a la reflexión sobre el tema”. Añadió que “en este andar nos hemos dado cuenta que hay diferentes organizaciones de migrantes y dedicadas al tema, centros de estudios y ONG que analizan este tema. Vemos que desde el aparato público se han realizado diferentes iniciativas para abordar esta realidad” que se impone en Chile.

Enfatizó: “Un dato: solamente en la Comuna de Santiago, desde el Censo 2002 al 2012, la población de migrantes creció en un 200 por ciento. Creemos que es muy necesario abordar este tema, sobre todo partiendo del hecho de que la actual Ley de Extranjería y Migración es de 1975, por lo que hay mucho que pensar, que proponer y que incidir también”.

Canelo expuso que “este es como el punto de partida para ICAL en el tratamiento de este tema, dando un enfoque desde la Izquierda, contemplando un enfoque de derechos humanos, iniciando un debate respecto a lo que debería ser una nueva política migratoria en Chile”. El Encargado del Área de Desarrollo Social y Participación expuso que “se entiende la necesidad de una nueva ley, pero eso no va a solucionar todo el problema. Hay diferencias entre una ley migratoria y una política migratoria, esa política tiene varios elementos integrales que tiene que ver con lo cultural, la información, los hábitos, las tradiciones, los relacionamientos”.

Tres ejes para abordar el tema de migración.

Carolina Stefoni, Directora del Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado, partió señalando que “en el último tiempo hay un interés creciente, mediático, académico y político de este tema, lo que es muy interesante”.

Indicó que de acuerdo a los últimos datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) en los últimos años de produjo un alto incremento de extranjeros en Chile, y ya constituyen “casi el 2.5 por ciento de la población del país”. Anotó que “debemos recordar que en los últimos Censos de hace años, la cifra era como del 09.%, por lo que el incremento ha sido enorme. Probablemente, ese incremento no se mantenga de aquí a los próximos diez años, sería raro, pero seguirá creciendo la población migrante”. Añadió que “en el caso de la migración peruana, colombiana, ecuatoriana, ha experimentado un crecimiento por sobre el 200 por ciento y sabemos que se produce una gran concentración en la Región Metropolitana y en las Regiones del Norte. Y vemos que la concentración se produce en ciertas Comunas de las Regiones y específicamente en ciertos barrios. Eso permite ver cómo se va insertando la población migrante en distintos lugares del país. En realidad, eso no es homogéneo en el país, sino que altamente concentrado en ciertos territorios”.

Al hablar de situaciones que se presentan en torno de la migración, apuntó que “hay cuestiones específicas como la existencia de barrios donde se ubican los migrantes. Eso es importante analizarlo porque se pueden presentar fenómenos de segregación territorial que son tremendamente complejos. En eso hay matices respecto a si es bueno o malo que hayan concentraciones en barrios”. Agregó que “en salud hay consenso que hay problemas como el acceso tardío el sistema de Salud. Es cierto que se avanzó en programas específicos para llevar a la gente a consultorios de manera rápida, se vio el caso de los niños que no tienen los documentos al día, las mujeres embarazadas, pero falta mucho por recorrer”. Planteó asimismo que “en cuanto a cambiar la legislación hay consenso, (porque) claramente hay una Ley que no responde a la realidad que vive hoy Chile en materia migratoria”.

La Directora del Departamento de Sociología de la UAH, manifestó que “los distintos discursos en relación a la migración tienen que ver con tres ejes. Hay un eje de derechos humanos. Una posición que habla del rol del Estado en cuanto no sólo a promover y reconocer, sino que garantizar los derechos de todos los migrantes; en el otro extremo, los condicionamientos a esos derechos. Un segundo eje, es el criterio economicista, el pensar la migración como algo beneficioso en términos económicos para el país, y la cara opuesta, es que no son beneficiosos económicamente los migrantes y entonces no son bienvenidos; en el extremo de esas posiciones, es que la migración debiera ser abordada independiente a la valoración económica que se pudiera hacer de la migración. El tercer eje en estos discursos, es el poder de control que debe tener el Estado, si se plantea con capacidad de controlar los flujos migratorios a través de instrumentos (como la policía) o un Estado que debe aceptar a los migrantes sin mayores restricciones, una política de fronteras abiertas”.

Derechos Humanos y la mirada trasnacional.

Enfatizo que “en la actual administración, de la Presidenta Michelle Bachelet, se retoma con más fuerza el tema de los derechos humanos y pareciera que hay una convergencia en que sería uno de los ejes que debería sustentar una discusión de política migratoria”.

En todo caso, Carolina Stefoni, sostuvo que “mi problematización no es decir que no hay que proteger los derechos humanos, sino que llevar más allá este tema. No basta con plantearlo como una condicionante normativa, porque eso es un primer paso. Pero si social y culturalmente no estamos pensando en cómo se produce una integración entre actores e identidades distintas, el sólo hecho de poner los derechos humanos como un paraguas, como eje central, no lo garantiza.

La académica indicó que “la convivencia que se produce en los barrios, los trabajos, las escuelas, no se produce sólo sobre la base de que debemos respetar los derechos de las personas, sino por generar espacios de encuentro donde las identidades personales de alguna manera se relativizan y permiten comprender que el otro es parte de mi construcción identitaria y yo soy parte de la construcción identitaria del otro. Eso le da un giro al enfoque de derechos humanos, porque ya no es una cosa normativa solamente, no es una ley que hay que cumplir, es algo mucho más profundo que eso. Requiere entender cómo se produce el encuentro entre sujetos que vienen de distintas culturas, con distintos idiomas, distintas tradiciones, étnias, razas, y todo eso se comprende si relativizamos nuestro etnocentrismo y entendemos que el otro es parte del yo y el yo es parte del otro”.

En esa línea estableció que “es importante que reflexionemos qué entendemos por migración, no en un sentido aislacionista, sino de encuentro”. Y “así el tema de derechos humanos adquiere un potencial mucho mayor”.

La Directora del Departamento de Sociología apuntó que “también es interesante para la política migratoria, el enfoque o mirada trasnacional a los procesos sociales. La migración no entendida como la asimilación de que la persona sale de su lugar y comienza a dejar atrás toda su cultura y sus tradiciones, y empieza a ser parte de esta sociedad. Eso hoy está en clara retirada. Las personas migrantes se mantienen hoy multisituadas. Esto se da en términos económicos, políticos, familiares”.

Señaló que “la migración no es algo que vaya de origen a destino como dos polos, donde voy dejando un lado para llegar al otro”.

Carolina Stefoni manifestó que “esta condición trasnacional de vida cotidiana, de mundo de vida, produce conceptos que en las ciencias sociales han sido largamente trabajados. El concepto de familia, qué entendemos por una familia trasnacional, que vive transfronterizamente, y eso engancha en cómo se abordan las políticas públicas”.

Planteó, en ese marco, que “otro concepto que experimenta como problematización interesante a partir de la trasnacionalidad, es el de ciudadanía. Estamos acostumbrados a pensar en la ciudadanía respecto a personas que viven bajo un mismo territorio, bajo una misma administración del Estado, que comparten una misma cultura, la idea de una nación homogénea que conforma el Estado chileno. Pero de nuevo esta multisitualidad del migrante, nos plantea desafíos como saber qué tipo de ciudadanía nos traen los migrantes. Ese mantener el vínculo ciudadano con el lugar de origen y a la vez empezar a formar parte y generar un vínculo con el lugar de destino, y eso son formas de ciudadanía que trascienden la frontera del Estado nacional. Cómo se aborda la participación de este tipo de ciudadanía, es algo que se tiene que recoger”.

Miradas distintas a lo establecido en años.

Rodrigo Sandoval, Jefe del Departamento de Extranjería y Migración, inició su exposición planteando que “la única alternativa de avanzar en la política migratoria es tratar de hacer algo para que la gestión migratoria nunca más vuelva a ser lo mismo y no haya retrocesos en lo que se avance”.

Reportó que “la cantidad de extranjeros que estimamos en Chile es de alrededor de 442 mil personas. Estamos hablando de personas que han tenido su permanencia definitiva, hasta el 2013. Como para obtener esa permanencia se requiere de un plazo normal de 2 años, la verdad es que se quedan fuera de esa cifra, la gente que entró en los años recientes y deja fuera lo que son las tres grandes corrientes migratorias que irrumpieron en el último tiempo: haitianos, dominicanos y españoles y colombianos”. Informó asimismo que “el 2013 entregamos 27 mil visas a ciudadanos colombianos y también hubo aumentos en la entrega de documento a haitianos y españoles”.

El funcionario explicó que “lo que ha sucedido del año noventa a la fecha, más que una modificación profunda en la legislación, fue un cambio del objetivo migratorio. Ha pasado de la lógica de estricta defensa del país a tender a una lógica de la regularidad”. En ese sentido, opinó que “hay que ser muy miope como país para concebir la migración como una amenaza. Cuando en realidad la migración es un buen negocio para el país, es una oportunidad”.

Sandoval estableció que es importante comprender en el país que “la migración de evitable tiene bien poco. Lo que no entra por la vía formal, entra por la vía informal”.

En cuanto a algunos cambios no solo de la mirada sino en las políticas de administraciones gubernamentales, Rodrigo Sandoval recordó que “el 2008 se dicta el instructivo presidencial de Michelle Bachelet, donde se realiza por primera vez un ejercicio de declaración de principios de política migratoria del Estado de Chile. Ese ejercicio que considero muy valioso, tenía un compromiso concreto: creación del Consejo Nacional de Política Migratoria. Sin embargo, ese compromiso no se había cumplido hasta la fecha. Con fecha 1 de agosto de este año, la Presidenta Michelle Bachelet firmó el decreto que crea este Consejo y que tendrá su primera sesión en las próximas semanas”.

Explicó que “la importancia de este Consejo, que no es una comisión más, es que por primera vez a nivel institucional aborda la política migratoria desde la lógica intersectorial que siempre debió haber tenido y es la que va a permitir avanzar por lo menos en el diagnóstico y en el compromiso que tiene el abordar una serie de temáticas de la migración, que sólo intersectorialmente se pueden abordar”.

Dijo que “estamos por hacer anuncios en materia de vivienda y de salud, y estamos viendo la regularización de la situación de educación de niñas y niños.

Ley de Extranjería, pecados y participación.

Jefe del Departamento de Extranjería y Migración, puntualizó que un primer tema a abordar, es el contar con una nueva Ley de Extranjería.

Explicó que “hay un proyecto de ley que se presentó en el gobierno anterior, que se encuentra en el Congreso y que a nuestro juicio tiene dos pecados de origen; fue hecho a la rápida y fue hecho en formal inconsulta”.

El funcionario sostuvo: “La verdad es que para nosotros, una legislación en una materia que es tan trascendente, que va a definir la fisonomía multicultural que tendrá el país en los próximos 15 años, nos parece una pretensión que se pueda producir sólo a partir de la burocracia estatal, de la tecnocracia estatal. Por eso nos parece importante tener un proceso participativo relevante para efectos de esta ley. En lo práctico, lo que va a suceder es que vamos a tener encuentros entre octubre y diciembre, con las organizaciones de migrantes y pro migrantes. En Concepción se va a realizar un seminario internacional dirigido a cómo la academia apoya la integración de la ley y además encuentros zonales para los migrantes y sobre todo para las Gobernaciones, que son las que administran la extranjería y las Municipalidades, que por lo demás, han hecho un trabajo que el Estado no hizo en años en materia migratoria”.

Rodrigo Sandoval expresó que “esperamos que el próximo año estemos en condiciones de ingresar un nuevo proyecto de ley migratoria”. Añadió que “va a existir una batería bastante robusta de derechos, no solo declarados, nuestra intención es que haya garantías de los mismos” y puntualizó que habrá “medidas administrativas para las tramitaciones de permisos de residencia”.

En ese aspecto, señaló que “la idea es que el Estado esté en condiciones de darle salida administrativa a todos los móviles migratorios. No puede ser que la persona que viene a trabajar a Chile, sea la única que tenga claro como puede hacerlo. Nosotros tenemos que tener claro que las personas tienden a migrar por amor, por calidad de vida, y el Estado tiene la obligación de establecer qué requisitos se deben cumplir para satisfacer esa necesidad. El Estado no puede negar el ingreso a alguien que tenga un interés legítimo de inmigrar a Chile”.

En ese contexto, Sandoval se introdujo en otro tema. “Algo que es muy importante, es el establecimiento de un sistema de justicia migratoria, que dé cuenta del respeto al debido proceso y los derechos que deben estar involucrados en cualquier proceso judicial. Hay que tener un buen sistema para el tratamiento de la infracción migratoria y que permita asegurar que sea un procedimiento que garantice los derechos de las personas infractoras”.

Migración y nacionalidad.

Rodrigo Sandoval puso sobre la mesa el tema de la nacionalidad adquirida por extranjeros y las condiciones legales para el migrante. Lo planteó desde debates que le tocaron sostener. “Me ha tocado estar en otro tipo de foros -dijo-, donde se me ha planteado que pongo en entredicho y que estoy cuestionando la identidad nacional porque estoy abriendo las fronteras. La verdad es que me llama la atención de porqué esa gente me cuestiona respecto a los permisos de residencia, y en cambio nadie me dice nada respecto a una legislación que es más antigua que la de extranjería, que es la de nacionalidad. Esa establece que para que una persona sea chilena, no hay una sola condición que no sea la económica y no tener antecedentes penales. Uno podría preguntarse qué es más trascendente para la defensa de la identidad nacional, ¿el permitir que una persona venga a trabajar manteniendo su nacionalidad, o se permita que una persona, sin comprobar siquiera si se sabe el himno nacional, se le de la nacionalidad chilena? Ahí hay un tema de definiciones que debe estar abordada en una nueva legislación”.

El no cumplimiento del acuerdo con el Mercosur.

El encargado de extranjería expuso que hay una situación delicada que debe atender el Estado chileno. “Un gran tema pendiente -indicó- es que tenemos que resolver qué pasa con el Acuerdo de Residencia del Mercosur. No puede ser que el Estado no se haga cargo de un compromiso que firmó el 2004. Veremos cómo se cumple, pero es algo que está comprometido. Lo que uno espera es que sea a través del Consejo Nacional de Política Migratoria que se pueda abundar en los consensos políticos y se den las condiciones para que eso pueda avanzar”.

Reseñó que “ese es un acuerdo que se suscribió el 2004 y el 2008 ya debía estar vigente, y que permite que los nacionales de otros países del Mercosur tengan derecho a residencia en Chile. Lo está aplicando Colombia respecto a chilenos, está dispuesto a aplicarlo Ecuador, y lo está aplicando Perú. Pero Chile no lo aplica respecto a esos países”.

Finalmente, Sandoval expuso que “nosotros podemos tener una normativa perfecta. Que podamos tener un gran cuerpo legislativo y que sea leída como una de las legislaciones más modernas de América Latina, y por qué no del mundo. Pero eso no sirve de nada si no hacemos algo con la cultura. De qué forma cambiamos los prejuicios que están dando vuelta, por ejemplo. Hay que ver cómo estamos viviendo en un mar de mitos que nos hace alimentar miedos que no nos dejan ver las oportunidades que tenemos de crecer como país. Y el que no entienda eso, no solo no entiende el país en el que vive, sino que tampoco entiende al país que tendrá al frente”.

Hizo un “emplazamiento a que la gente estudie este tema de la migración, porque lo que falta es gente que sepa de esto, y que opine con propiedad. Porque este debate se va a hacer en un año más no solo entre los que les importa, sino también entre quienes no tienen idea del tema. Va ser importante que haya masa crítica, gente informada, y por eso proceso de ‘evangelización’ sobre el tema migratorio, yo felicito al ICAL”.

Principios y participación de las y los migrantes.

Tatiana Albuja partió precisando que el Movimiento Acción Migrante (MAM) es parte de más organizaciones y entidades preocupadas y activas en relación a las y los migrantes.

Estableció que “para nosotros, como principio fundamental dentro de la nueva ley migratoria, debe estar considerado como un principio fundamental el derecho a la libre circulación. Las fronteras abiertas”.

Luego, “el principio de igualdad. Queremos tener igualdad de condiciones respecto a la población chilena, no pedimos ni más ni menos”.

Y que “en ese marco es necesario hablar del irrestricto respeto a los derechos humanos de las y los migrantes, sea cual fuera el origen, nacional o condición migratoria, incluida la no discriminación con una mirada de género e interculturalidad”.

La dirigente de migrantes manifestó que “tenemos el desafío de corrientes colectivas, empoderadas y responsables. La idea es instalar un pensamiento crítico y reflexionar con profundidad sobre los procesos coyunturales a mediano y largo plazo. Por ejemplo, cuando se empieza a hablar de la redefinición de categorías, no estábamos de acuerdo con la definición de amnistía migratoria que se estaba hablando por la regularización migratoria. Básicamente porque al hacer la reflexión con las comunidades, decíamos qué es lo que se oculta debajo del término amnistía, qué es lo que se fortalece. Y una de las cosas que se oculta es que la indocumentación, que se convierte en un delito, que es una falta administrativa que se convierte en delito. Cuando tenemos diez tipo de visa temporal, 15 tipos de visa definitivas, y ninguna de ellas en la mayoría de los casos es automática, no se puede pasar de la visa temporal a la permanente porque hay que cumplir una serie de especificidades, entonces hay un vacío de cómo se pasa de una categoría a otra. De la visa de turista a la visa temporal, hay un vacío; porque hay que encontrar un trabajo, y en diez días, que es el plazo, es difícil encontrar un trabajo y esa persona es un indocumentado. Ese tipo de situaciones se encubren con la amnistía migratoria”.

En esa línea sostuvo que “hay un mito de que la migrante o el migrante es un irresponsable. Y eso nace de contenidos de la ley migratoria”.

Tatiana Albuja manifestó en el conversatorio en ICAL que “es importante la participación social y la estamos haciendo a través de asambleas territoriales”.

Contó que “las que hemos organizado últimamente es para prepararnos para la mesa que hará la dirección de extranjería. Queremos saber cómo funciona el Parlamento, cómo se hacen las leyes, qué pasa cuando uno habla de ciertos términos. Hemos organizado un ciclo que se llama Ciudadanía y Migraciones. Ya hicimos uno sobre instrumentos internacionales y ahora viene otro sobre derechos humanos y nueva ley migratoria. Posteriormente habrá uno de políticas públicas y el cuarto que es de programas sociales. El fin es el estudio y el empoderamiento de la comunidad y que permita a la comunidad hacerse cargo de sí misma”.

Finalmente la representante de MAM expresó que “es importante para nosotros generar puentes con el gobierno y con el legislativo, que sean de trabajo, de conversación, porque hay que reflexionar con la autoridad”.

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