Hasta el 30 de enero estará a disposición de los transeúntes del Parque Forestal la muestra “Ojos que ven corazón que siente”, proyecto que reúne a 21 fotógrafos destacados chilenos y cerca de 100 niños y jóvenes con síndrome Down. A través de esta intervención urbana se busca sensibilizar a la comunidad buscando la inclusión.
A un costado del Museo de Bellas Artes -pleno Parque Forestal- se aprecia la muestra de fotografía itinerante “Ojos que ven corazón que siente”, exhibida hoy por primera vez en la comuna de Santiago, creada por la gestora y directora, María Francisca Cartagena y gracias al apoyo de la Fundación Isabel Aninat Echazarreta.
“Muchas veces las personas cuando ven de cerca algo que no han visto, o no han querido ver, cambian de actitud. Eso es lo que ha pasado en Chile con las personas con las capacidades diferentes: mucho tiempo han estado escondidas, invisibles. Esperamos que los visitantes del parque al ver esta exposición, se sientan realmente tocados y nos abramos a una relación distinta, realmente de respeto, de inclusión, de terminar con las discriminaciones con los niños con síndrome de down y en general con las personas que tienen capacidades diferentes”, destacó la Alcaldesa de Santiago, durante la inauguración de la muestra que concluye el 30 de enero.
A la fecha, sólo 7 municipios (de un universo de más de 350) han instalado una oficina dedicada al tema de la discriminación. La Municipalidad de Santiago es uno de ellos, y desde marzo del 2013 cuenta con una Oficina de Antidiscriminación.
“El gran desafío en la educación es avanzar a que la experiencia escolar sea también una experiencia con inclusividad donde los niños compartan con la diversidad. A lo que les va excelente, con los que nos les va tan bien, los que tienen capacidades distintas, los que tienen talentos deportivos y los que tienen talento artístico, que nos los segreguemos. Lo vamos a plantear como tarea a nuestros directores en escuelas y liceos de Santiago”, explicó la autoridad comunal.
El espacio público, las viviendas, nuestras calles, plazas y mercados son un reflejo de que quienes habitan y transitan por Santiago tienen diferentes formas de vida, diferentes creencias, pertenecen a diferentes pueblos, identidades de género y viven distintas realidades socioeconómicas. Además, los nuevos tiempos van sumando nuevas identidades, hábitos y expresiones. Frente a este cúmulo agregado y cambiante de la sociedad, el municipio de Santiago ha tomado como una responsabilidad pública estar alerta a las diferentes necesidades y problemáticas sociales que pueden implicar el fenómeno de la diversidad. Siendo su principal debilidad y enemigo los prejuicios infundados, la exclusión, la segregación y toda forma de discriminación arbitraria.
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