La actividad organizada por INCAMI tuvo lugar este domingo
Mesas de votación sin constituir, candidatos sufragando, comandos políticos eufóricos, esas fueron las postales con las que amaneció Chile este 30 de junio. Sin embargo, en el Instituto Católico de la Migración, INCAMI, el panorama distaba mucho de la locura ofrecida por las primarias electorales. Desde muy temprano el recinto de calle Bustamante, comenzó a tapizarse con globos y guirnaldas de colores, los rincones fueron invadidos por aromas culinarios y personas de distintos países y regiones fueron llegando alegremente, ofreciendo un ambiente de respeto y multiculturalidad. El motivo: el evento de conmemoración del día del refugiado.
El evento mencionado puso fin a una serie de actividades organizadas por INCAMI en el marco del día mundial del refugiado. La jornada de conmemoración, que se inició el 15 de junio con un encuentro de la comunidad refugiada, tuvo como objeto «generar un espacio de debate y de reflexión¸ y a la vez, mostrar y visibilizar el aporte sociocultural de los refugiados», según informó Idenilso Bortolotto, Vicepresidente Ejecutivo de INCAMI.
La institución contó además con la colaboración y participación de la Organización de Colombianos Refugiados en Chile –OCORCH, Asociación de Exiliados Peruanos, Comité de Refugiados Peruanos, Ministerio del Interior y Seguridad Pública de Chile, ACNUR y de la Fundación SCALABRINI, quienes abogaron por aunar los esfuerzos en pro de la situación del refugiado.
La actividad del domingo comenzó con una eucaristía y estuvo marcado por una gran afluencia de público. Chileno y extranjeros, niños y ancianos tuvieron la oportunidad de disfrutar de muestras gastronómicas, artesanas y artísticas de la comunidad Colombiana.
El presidente de OCORCH, Antonio Calvo, destacó la importancia de estas actividades, debido a los lazos que generan. «Uno vuelve a retomar sus raíces y cultura. Además tenemos la oportunidad de compartir con compañeros que no vemos hace mucho tiempo. Los grupos de refugiados vivimos muy dispersos y nos cambiamos de casa constantemente, por lo que los contactos se suelen perder. En estas actividades se crean redes y nos unimos más», explica.
Cabe mencionar que este es el primer año en que INCAMI se encarga de organizar las actividades del día del refugiado, tarea que antes dependía de la Vicaría. Para el padre Bortolotto, la jornada recién culminada marcará un precedente positivo para las actividades posteriores.
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