Operación “Pilar defensivo” es el nombre de la operación que hace semanas castiga colectivamente a Gaza y que se ha propuesto como fin “retornar a Gaza a la edad media”, como ha dicho un ministro israelí.
Autor: Kamal Cumsille Marzouka¹
Ya resulta morboso empezar a contar víctimas y exhibir el conflicto palestino como algo humanitario. Por lo tanto, enfoquémonos en dos aspectos muy contingentes, los que justamente se indican en el título de esta columna.
¿Qué muestra la Operación “Pilar defensivo”?
En primer lugar, con su aplastamiento militar, apoyado por la sociedad civil, se puede inferir que efectivamente la mayoría de los israelíes piensa como el historiador Benny Morris: Ben Gurión hizo mal el trabajo de no haber completado la limpieza étnica de Palestina al fundar Israel. Por lo tanto, muestra el proyecto de exterminio que hay por parte de Israel hacia los palestinos con bastante apoyo de sus ciudadanos.
En segundo lugar reveló un hecho inédito, que no se daba entre los palestinos desde hace 20 años: la organización de una resistencia armada de envergadura. Aunque no fue efectiva a la hora de causar bajas a su enemigo, en términos organizativos, se mostró una interesante coordinación, impensada por cualquier analista. Del mismo modo, sorprendió el alcance de los famosos cohetes de Gaza: Tel-Aviv, Jerusalén, Ma’aleadumim, Gilo, GushEzion y por poco la casa de Liberman. Todo esto en acciones conjuntas de Hamas, el Jihad, el FDLP (Frente Democrático para la Liberación de Palestina), el FPLP(Frente Popular para la Liberación de Palestina) y otra serie de brigadas nuevas.
En tercer lugar, muestra un nuevo escenario regional bastante interesante. Obviemos el reiterativo discurso del predominio del islamismo tanto en Gaza, como en Egipto con el nuevo gobierno. Lo que sí resulta interesante de la nueva interlocución egipcia post-Mubarak es que se trata de un importante vecino, interlocutor y mediador para Israel, pero que desde ahora está presionado por la calle.
Mohamed Morsi, Presidente de Egipto, es un gobernante mandatado y destituible, como el pueblo egipcio se lo demostró a Mubarak, por una calle pro-palestina y por un partido pro-palestino (La Hermandad Musulmana, al que pertenece Morsi), cuya rama en Palestina es Hamas, partido que gobierna sobre Gaza.
Con el argumento de la guerra contra el terrorismo -aunque ya no forma parte del discurso norteamericano-, Netanyahu insiste con la tozudez típica de un gobernante civil belicista, más irresponsable que los militares, en castigar la franja una vez por año, cada invierno, dentro de la cual se enmarca “Pilar defensivo”, como si se tratara del castigo colectivo anual hacia la franja de Gaza. Sin embargo, ahora ese castigo colectivo practicado por Israel verá una interlocución diferente: Mursi ha dicho que su gobierno no será como el de Mubarak, habrá que ver qué tan distinto es –en realidad con su última atribución de poderes extra-constitucionales, al parecer no muestra un cambio en el modo de hacer política-.
Esta es la etapa en que la lucha árabe por la libertad deberá pasar para luego terminar castigando a todas las fuerzas políticas, las antiguas gobernantes y las antiguas ilegales, pero de todas maneras, de cierto establishment. Por consiguiente, la calle árabe es algo que hay que considerar, el panorama de las relaciones políticas con los vecinos de Israel está cambiando de manera totalmente incierta y eso no es un detalle menor en la política regional, por el contrario, es el principal factor de interés para EEUU, incluso más que el petróleo. “El que piense lo contrario, está equivocado”, recuerdo haber escuchado a un profesor estadounidense a comienzos de 2011 en la Universidad de Chile, justamente en una mesa de análisis sobre la mentada primavera.
¿Qué ocurrirá con la ida de la OLP a la ONU el 29 de noviembre?
Así como la tozudez de Netanyahu de atacar Gaza cada invierno, la idea de Palestina de ir a la ONU es igualmente una terquedad del presidente de la ANP (Autoridad Nacional Palestina) y OLP (Organización para la Liberación de Palestina), Mahmud Abbas. Lo señalan los críticos palestinos, los humoristas y las manifestaciones y comunicados de los movimientos de la sociedad civil de Cisjordania, particularmente los de BDS (llamamiento de la sociedad civil palestina al boicot, la desinversión y las sanciones) y la ONG de Moustafa Barghouti. Pues, aunque sea de observador en la Asamblea general (lo que es aún más indigno, pues se trata del mismo estatuto que logró Arafat [Q.P.D.] en 1974 para la OLP con el histórico discurso de la rama de olivo o el fusil), reconocer un Estado Palestino dentro de las fronteras de 1967, significa dar una especie de Ley de punto final a la limpieza étnica de 1948, pero sin consultar a las víctimas o descendientes. Significa por otro lado, institucionalizar internacionalmente el Apartheid israelí basado en los bantustanes palestinos trazados desde Oslo II.
¿Qué panorama se vislumbra para los palestinos ante la presente situación?
Es necesario que toda la Palestina histórica se integre a la primavera árabe; donde los ciudadanos de Gaza se rebelen contra Hamas, los de Cisjordania contra la ANP, y los palestinos árabes ciudadanos de Israel, contra la discriminación, aprovechando el contexto social, para hacer entender al israelí medio urbano – que paga más del 50% de su salario en un arriendo de vivienda, mientras el colono o el ultra religioso la tienen gratis por el Estado-, el costo de ser “El Estado Judío”, y convencerla, no de que los árabes no son humanos –como insistentemente formatea el Estado-, sino que su vida concreta se ve afectada, incluso a diario, pecuniariamente de manera negativa por una amenaza ya inexistente (el antisemitismo con riesgo de exterminio), de manera que pudiera refundarse una comunidad multinacional, multilingüe y multireligiosa en toda la Palestina histórica.
¹ Profesor Centro de Estudios Árabes, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile.
Deja una respuesta
Usted debe ser conectado para publicar un comentario.