Sin duda que durante este último tiempo se ha escuchado hablar en Seminarios, Cátedras y Conferencias de la Integración como un fenómeno clave en la cooperación por el Desarrollo Sustentable y el mejoramiento de indicadores de crecimiento de los países involucrados. América Latina no ha estado ajena de aquellas ideas, pues desde 1960 a la fecha se han realizado fructíferos y fallidos intentos de procesos de re-integración de los países, con la finalidad de crear una sola unidad territorial y política-social. Sin embargo, la repercusión de elementos económicos por sobre los sociales ha destacado en estos procesos.
Entonces, ¿es realmente una Integración equilibrada la que ha experimentado la región o es sólo la aplicación de reuniones y acuerdos de un grupo de países para satisfacer intereses comerciales y económicos? La discusión queda abierta.
La evolución que ha tenido Latinoamérica en su recorrido histórico, ha estado marcada por episodios y coyunturas de guerras, golpes de estado y de problemáticas que la han situado en diversas asimetrías. La aplicación de una idea de integración tiene que ver muchas veces con entregar y dotar de mejores herramientas de crecimiento económico y de un desarrollo sustentable a la diversidad de países que hay en la región. La beneficiosa incursión de la Unión Europea, pero que ahora pasa por una severa crisis económica y de legitimidad, fue adoptada e importada por varios países latinoamericanos en la década de los sesenta, impulsando con ello la idea de la integración. Fallidos intentos se han demostrado en el transitar de las décadas posteriores, donde la idea re-integración ha sido acuñada por varios expertos.
Es posible que en nuestros días evidenciemos una marcada tendencia de un modelo económico abierto y con una fuerte directriz hacia los mercados competitivos; por lo tanto, no sería descabellado señalar que los orígenes y el desarrollo de la integración han estado marcados por una tendencia económica.
Ahora bien, ¿dónde quedan los otros pilares de un verdadero e integral proceso de integración? Aquellos pilares que hacemos alusión en la pregunta anterior, son aquellos que nunca se han consolidado, ni tampoco han sido tratados por las autoridades de los gobiernos de turno. Nos referimos a los aspectos sociales y políticos que darían un enfoque equilibrado y aplicado a lo que debería ser un verdadero proceso de integración. Para efectos de este articulo, tomaremos el valor agregado de lo que es la Integración Social, que hoy por hoy no ha sido desarrollada en nuestros país, pensando en la heterogénea cantidad de ciudadanos extranjeros que habitan nuestro país.
La falta de voluntad política e institucional que han evidenciado los gobiernos post dictadura en Chile (Concertación 1990-2010 y Alianza por Chile 2010-…), hace que el tema de la integración social para los extranjeros este en pañales, más aún considerando que las políticas públicas correspondientes, no tiene el matiz social ni institucional para afrontar este desafío que sería, sin lugar a dudas, un motor fundamental para la inclusión de los migrantes extranjeros.
Si ponemos este tema a nivel nacional, podemos detectar que la integración social tampoco ha sido beneficiosa para algunos segmentos sociales de Chile, debido a la carencia estructural que demuestra el Estado de Chile en los bienes básicos que debería suministrar a la sociedad; cuando nos referimos a bienes básicos, hacemos énfasis a: transporte, salud, educación, vivienda y previsión, que son los temas más centrales para integrar socialmente a los ciudadanos. Por consiguiente, la denominada integración social no se visualiza en ninguna parte, ni en Latinoamérica ni menos en Chile, teniendo como prueba que para nuestro país y las autoridades que lo dirigen, lo importante va relacionado en el enriquecimiento de la integración económica que muy bien han cultivado durante estos últimos veinte años, dejando de lado a uno de los principales elementos para que las sociedades sean equilibradas, integrales y se desarrollen en la lógica de un mundo equitativo, los principales actores sociales internos y externos de un país.